Del total transportado, el 82% de la mercancía se movió por carretera, mientras que el transporte marítimo supuso un 16% y el ferrocarril, un 2%. En la presentación de los resultados de la encuesta anual que realiza la asociación, también se abordaron las principales preocupaciones de los cargadores.
Las tarifas, los procedimientos portuarios, la necesidad de promover la sostenibilidad ambiental y la situación económica y social del transporte de mercancías fueron algunas de las cuestiones analizadas.
En el encuentro también se trataron aspectos como la coordinación de actividades empresariales para la prevención de riesgos laborales, el impulso a la logística colaborativa y la mejora de cadena de custodia y seguridad.
La Distribución Urbana de Mercancías, con la revisión de la Ordenanza de Movilidad del Ayuntamiento de Madrid acaparó gran parte del debate relacionado con la transformación de vehículos diésel a gas natural.
Asimismo se puso de manifiesto la necesidad de que la DGT flexibilice los requisitos para el re-etiquetado, de tal manera que sea posible la adecuación de la elevada flota de camiones euro IV y euro V existente.
El transporte marítimo de corta distancia se situó también en el foco de la reunión, analizándose los obstáculos que frenan su competitividad frente al transporte por carretera, sobre todo en el caso de mercancía general convencional (envejecimiento de la flota, terminales dedicadas), en un problema que se extiende a nivel europeo.
Respecto al transporte por carretera se evaluó el efecto del incremento de la actividad, combinado con una cada vez más acusada falta de conductores.
A propuesta del Comité Ejecutivo, se aprobaron los nuevos proyectos de la asociación, que giran en torno al cálculo de la huella de carbono y el desarrollo de la logística colaborativa.