Menú
Suscripción

Pepa Ferrer: "El inglés es un elemento de mejora de la competitividad; no saberlo, es limitante"

Pepa Ferrer es asesora de idiomas en el extranjero para niños, adultos y profesionales en destinos como Inglaterra, Irlanda, Malta, Francia, Alemania e Italia. Su vinculación profesional durante muchos años con el sector logístico le ha llevado a dominar el entorno y convertirse en una perfecta conocedora de sus particularidades, necesidades y exigencias.

  • Última actualización
    11 diciembre 2017 00:00

Después de seis años de consolidación laboral en el ámbito de los idiomas y avalada por numerosos casos de éxito, Pepa Ferrer ha dado un nuevo salto cualitativo y profesional en su carrera que le ha llevado a dimensionar su empresa y focalizar parte de sus esfuerzos en aquellos ámbitos en los que presenta una clara diferencia competitiva respecto a otras ofertas del mercado.La cara más visible de esta etapa está marcada por una nueva imagen corporativa y una plataforma web. "Tenía la necesidad de seguir avanzando, de comunicar mejor y de estar a la altura profesional de los servicios y asesoramiento que presto a mis clientes", asegura Pepa Ferrer.Para lanzar al mercado la nueva marca Pepa Ferrer han contado con el trabajo de los profesionales David Gil Cervera y Pablo Campo Gosálbez, quienes "han ejecutado a la perfección lo que necesitaba. La nueva imagen transmite con exactitud y precisión quién soy, cómo trabajo y qué ofrezco".Si hay algo que durante los últimos años ha podido reconfirmar es que los idiomas son fundamentales. "No solo facilitan la mejora de la competitividad, sino que además son fundamentales a la hora de buscar empleo y para seguir profundizando en la formación ya que gran parte de los contenidos están en otros idiomas, especialmente en inglés", asegura Pepa Ferrer.En este contexto, considera que el inglés es un elemento fundamental e imprescindible. "Todas las economías sobre todo las basadas en import/export, hablan inglés. Es el idioma de los negocios en un mundo globalizado y cada vez más, el lenguaje de comunicación de las grandes corporaciones. En la comunidad logístico portuaria, con nuestra proyección internacional, no saber inglés es limitante", asegura Ferrer.Según un informe de Randstad Professionals, el 80% de los puestos medios o directivos exigen como requisito indispensable un segundo idioma y, generalmente, el inglés. Este mismo estudio destaca que un 57% de profesionales españoles afirman tener conocimiento de inglés; los porcentajes varían cuando se analiza el nivel de cada uno de ellos. El 33,7% de los profesionales asevera que son bilingües o cuentan con un nivel alto de inglés, mientras el 44% afirma que cuenta con un nivel medio, y el 22,3% restante cree que tienen un conocimiento básico del idioma, explica Pepa Ferrer.La edad no es un problemaEn el rango de la mediana edad existe una diferencia generacional evidente con respecto a los recién licenciados o jóvenes profesionales donde el inglés ya casi les viene de serie porque es requisito universitario y han entrado en el mercado laboral con este segundo idioma como formación de obligado cumplimiento. "Yo me dirijo al segmento de la mediana edad, cualquiera que sea el nivel del que partimos, nunca es tarde para aprender o mejorar un idioma", asevera Ferrer.

InmersionesConsciente de las dificultades de muchos profesionales para seguir un ciclo formativo al uso, Pepa Ferrer ofrece una solución a medida, exactamente adaptada al cliente, tanto a su nivel de inglés como a sus necesidades.Concretamente, la oferta se centra en una inmersión de una o dos semanas en cualquier época del año. "Es importante destacar que el cliente decide cuándo se va a ir a Inglaterra y no está sujeto a un calendario diseñado por un tercero. Puede aprovechar una semana de puente, unas vacaciones, etc.".A través de estos programas el alumno participa en un curso específico, diseñado a medida para él mismo, consistente en 30 horas de formación semanales en mini-grupos formados por cuatro profesionales internacionales.Según explica Pepa Ferrer, en estos grupos, formados por profesionales de características similares, se reproducen exactamente las conversaciones y situaciones a las que posteriormente se enfrentan los alumnos en su día a día, por lo que es un excelente banco de pruebas y una formación en tiempo real.Respecto al alojamiento durante la inmersión, el cliente puede optar por ejemplo por alojarse en las llamadas "familias ejecutivas" en las que cuenta con una habitación y un baño de uso exclusivo, así como los desplazamientos al centro en el que se desarrolla la formación a medida.

Cada persona, una necesidadCon todo, Pepa Ferrer asegura que cada persona es diferente y cada situación hay que tratarla como si fuera única. "Mi valor añadido para el cliente es el asesoramiento desde un conocimiento profundo de los programas, la atención individualizada, el compromiso y un gran entusiasmo por acompañarle en la travesía de los idiomas".Ferrer asegura que la inmersión de dos semanas es un programa muy efectivo para dar un salto cualitativo en el nivel del inglés," ya no solo por los conocimientos que va a adquirir, sino porque además va a conseguir soltarse y va a comenzar a hablar inglés sin los miedos tradicionales que tenemos cuando hablamos una lengua que no es la nuestra".Finalmente, Pepa Ferrer explica que los programas de inmersión son bonificables por la Fundación Tripartita, por lo que suponen una "excelente oportunidad para los profesionales del sector que quieran, definitivamente, dar un paso adelante para ser más competitivos y eficientes".