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La sensorización revolucionará el mundo con la logística como eje del nuevo espectro ciberfísico

Prepárense para ser la última generación que llegó a conocer un mundo sin internet. Prepárense para educar a sus hijos en una realidad que no va a tener absolutamente nada que ver con la verdadera realidad que se va a dar dentro de no más de cinco años. Prepárense, en definitiva, para una revolución basada en la sensorización y que creará un nuevo mundo donde imperará lo "ciberfísico" y los datos se convertirán en el nuevo petróleo, siendo la logística uno de los ejes de este reconvertido mundo.

  • Última actualización
    08 junio 2017 00:00

No es una profecía, ni una distopía, ni mucho menos una utopía. Es el escenario que ya está aquí, que se ve, se palpa y se explica en esta 19º edición del SIL, que ayer vivió su segunda jornada con la destacada intervención del futurista Rudy de Waele en la 6ª Cumbre Latinoamericana de Transporte y Logística, quien analizó en profundidad el nuevo mundo que viene, de forma "gradual", no "de repente", pero a "gran velocidad", pues "cambiaremos en 20 años más que lo que hemos cambiado en 300".Según detalló De Waele, "todo lo que pueda ser digitalizado y automatizado, lo será", de tal forma que vamos hacia un nuevo mundo dominado por un sistema "ciberfísico" donde todo será sensorizado y automatizado.Este aspecto de la sensorización será fundamental, con todo lo que nos rodea dotado de sensores emitiendo información en tiempo real a través del internet de las cosas e interactuando para generar nuevas realidades, nuevas necesidades y, sobre todo, para revolucionar la manera de vivir.¿Qué haremos con nuestro tiempo cuando no necesitemos, por ejemplo, conducir porque los vehículos serán autónomos? ¿Qué haremos con nuestras calles cuando optimicemos el transporte y no requiramos ese 30% de espacio que en las ciudades ocupan los coches aparcados? Estas y otras preguntas se hizo ayer el futurista De Waele, evidenciando que en este campo de la sensorización uno de los desarrollos fundamentales se dará en la movilidad y, por tanto, en la logística como eje transformador.En este punto "los datos serán el nuevo petróleo", advirtió De Waele, alertando del hecho de que en estos momentos es en Estados Unidos donde se concentran los grandes dominadores de la información a nivel mundial, mientras Europa debe reaccionar si no quiere quedarse fuera de este factor dominador, con el big data como brazo ejecutor de primer rango.De Waele hizo un repaso a las nuevas tecnologías y tendencias transformadoras. Habló de la fotónica, capaz de transmitir 500 GB por segundo; del grafeno, tan fuerte como el acero y tan ligero como una pluma; de la neurociencia, capaz de hacer implantes en el cerebro que revolucionen nuestros sentidos; de todo lo relativo a las terapias genéticas; de la impresión 3D; de la comida de laboratorio, capaz de generar hamburguesas de proteínas sin necesidad de matar animales; de los exoesqueletos y el transhumanismo, con cuerpos completados y mejorados gracias a las máquinas y los implantes; de los drones; de la ejecución de todas y cada una de las acciones por la voz; de la tecnología blockchain para las transacciones seguras...Todo nos lleva a una transformación radical donde, por poner un ejemplo, "los robots humanoides serán algo tan habitual que, al igual que hoy todos tenemos un móvil, el día de mañana todos tendremos un humanoide", dijo De Waele.En el campo de la logística, las transformaciones derivadas de la sensorización, el internet de las cosas, la automatización y la digitalización las tenemos ya en marcha en ámbitos como las terminales portuarias automatizadas, los vehículos sin conductor, los barcos autopropulsados y autónomos o las autopistas interconectadas, todo un espectro que va a revolucionar la competitividad de este sector y obliga a la reinvención en el área laboral de sectores como la estiba o los conductores, llamados necesariamente a cumplir nuevas funciones.