Raúl Tárrega
El 1 de enero de 2024 entrará en vigor el sistema de comercio de derechos de emisión (ETS) en el transporte marítimo y las principales navieras ya han comenzado a hacer públicas sus previsiones de recargos para el próximo año, cantidades que varían entre el tipo de carga (seca o reefer) y el recorrido.
CMA CGM ha estimado que el recargo más pequeño tendrá lugar en la ruta entre Asia y Mediterráneo para un contenedor de carga seca, con un total de 20 euros por TEU; mientras que el más caro será en el recorrido entre Europa y Norteamérica, 65 euros por un contenedor reefer.
La menor subida de Maersk será de 5,5 euros por TEU para carga seca en el recorrido entre el sur de Europa y el Far East. Por el contrario, el mayor precio lo registrará un TEU de reefer entre Europa y West África, con 114 euros.
Hapag-Lloyd estima el menor recargo para un TEU de carga seca en el recorrido entre el este de Asia y el sur de Europa, con 7 euros, mientras que el valor más alto lo registra el recorrido entre el este de Asia y el norte de Europa, con 31 euros por TEU.
Por su parte, la cifra más baja que implementará MSC por TEU será de 13 euros para un contenedor de carga seca entre Oceanía y Europa y entre el norte de Europa y el Far East, mientras que la más alta se dará en el recorrido entre Europa y Oceanía, con 72 euros por TEU de carga refrigerada.
Estos son sólo algunos ejemplos de lo que podría pasar a partir del próximo año si Bruselas no atiende las cada vez más voces que piden una moratoria de la aplicación de esta normativa. Tal y como afirma Agustín Montori, presidente de la Comisión de Asuntos Marítimos de FETEIA-OLTRA, “alguien va a pagar” esos costes, “y la carga va a ser el actor principal”.
Rafael Milla, presidente de Grupo Raminatrans, pone encima de la mesa el debate que se abrirá en 2024 para los transitarios, que no es más si los propios operadores deberán repercutir sus costes de adaptación a esa normativa a sus clientes: “Nunca nos ha resultado fácil aplicar nuestros costes a las ventas porque somos un colectivo bastante cainita y no solemos actuar de manera armonizada”.
Lo que es seguro es que los transitarios especializados van a tener que apoyarse en las nuevas tecnologías para poder hacer más eficiente sus servicios, poder ajustar sus tarifas y, por tanto, evitar en la medida de lo posible que esos aumentos de costes provocados por esa nueva normativa lo sean menos. Montori tacha la digitalización “como prioritaria y fundamental”, mientras que Milla pone en valor las “grandes inversiones” que realizan las empresas “para optimizar las operativas agilizando los servicios, minimizando errores y, muy importante, ayudando a hacer la conciliación familiar”.