“Beneficiosa, diferencial, fundamental, determinante, importante...” Estos son algunos de los calificativos que los expertos consultados han utilizado para definir la Formación Profesional Dual, y el papel que juega en el proceso formativo de los aspirantes a desarrollar su carrera profesional en el sector logístico.
Según el Ministerio de Educación y Formación Profesional, los proyectos de FP Dual combinan los procesos de enseñanza y aprendizaje en la empresa y en el centro de formación y se caracterizan por realizarse en régimen de alternancia entre el centro educativo y la empresa, con un número de horas o días de estancia de duración variable. Con esta modalidad las empresas pueden apoyar nuevos modelos de organización de la FP que se dirijan hacia la búsqueda de la excelencia en la relación de la empresa con los centros de FP y promuevan su Responsabilidad Social Corporativa.
Hoy en día, la oferta formativa en este campo no es suficiente, ya que las empresas no siempre pueden cubrir sus vacantes. “Cada año pasan por nuestras aulas una media de 1.000 alumnos, pero el sector tiene capacidad para albergar a muchos más”, reconoce Mar Monzó, técnico de Formación de la Fundación Valenciaport. La incorporación de la FP Dual puede ser una solución. “La FP Dual juega un papel determinante. El aprendizaje en las empresas es vital para poder poner en práctica lo aprendido en clase y adquirir las destrezas y competencias que este sector requiere”, afirma.
La gran ventaja de este método formativo es la capacitación para crear mano de obra cualificada, que después accede de manera más rápida al mercado laboral. “Es evidente que se aprende el oficio en el lugar de trabajo y que la posibilidad de desarrollar estas prácticas formativas durante cientos de horas en las empresas posibilita una formación y capacitación que de otra manera no podría obtener el alumnado”, tal y como asegura Enric Colomer, jefe de Estudios del Instituto de Les Salines, una idea que refuerza Arturo Pastrana, director de IMBS, que califica la FP Dual como “una de las mejores decisiones tomada en los últimos 50 años” la puesta en marcha de este sistema.
José Antonio Vázquez, director del Instituto de Logística de Barcelona, refuerza esa idea: “Los periodos que el alumnado pasa en la empresa permiten una exposición directa a la realidad empresarial, los aprendizajes que se validan son altamente significativos”.
La heterogeneidad del modelo dual en las distintas comunidades autónomas y la falta de cultura empresarial, poco acostumbrada a tener estudiantes formándose en sus instalaciones, impiden un mayor desarrollo de la FP Dual
Necesidad de un mayor impulso
Las ventajas de la FP Dual son innegables, pero ¿se es verdaderamente consciente en España? Valga un dato para responder. En España, en torno a 500 estudiantes de náutica (universitarios y de FP) llevan años esperando para poder realizar sus prácticas obligatorias en los buques. En contraposición, la Administración Marítima de Estados Unidos acaba de contratar la construcción de un buque escuela con capacidad de 600 alumnos anuales en prácticas.
Mercedes Herrero, directora de Florida Universitaria, reconoce algunos problemas con esta modalidad, “como la heterogeneidad del modelo dual en las distintas comunidades autónomas o la falta de cultura empresarial, poco acostumbrada a tener estudiantes formándose en sus instalaciones”, y fía a la nueva Ley de Formación Profesional el “impulso definitivo” para consolidar la formación profesional dual.
De manera similar se pronuncia Mar Monzó, de la Fundación Valenciaport. Pese a que ha tenido muy buena acogida por numerosas empresas, sigue siendo la gran desconocida en nuestro sector. “Autoridades y centros de formación estamos haciendo un esfuerzo enorme para potenciarla, pero con esto solo no basta, se necesita que las empresas crean en esta iniciativa y la vean como una inversión de futuro y que, por lo tanto, merece la pena invertir apostando por ella”.
La formación dual no es un fenómeno nuevo, es conocido que lleva años en toda Europa, y no solo a nivel de FP, sino a nivel universitario, tal y como recuerda Jesús Martínez, director de Tecnocampus. A pesar de ello, “lamentablemente aquí ha llegado tarde y mal”. En Europa, la dualidad requiere del compromiso de las empresas que contratan al estudiante desde el primer día de clases y que permite organizar los planes docentes en común acuerdo con la actividad empresarial, realizando un progreso sincronizado teórico-práctico, que genera la experiencia laboral mientras el estudiante aprende. “La formación dual bien aplicada, beneficia a los estudiantes y a las empresas y son loables todos los esfuerzos que se están realizando las administraciones por conseguirlo, ya que generará profesionales mucho más capacitados”, concluye.
La gran ventaja de este método formativo es la capacitación para crear mano de obra cualificada, que después accede de manera más rápida al mercado laboral
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José Antonio Vázquez
Director del Instituto de Logística de Barcelona
Los periodos que el alumnado pasa en la empresa permiten una exposición directa a la realidad empresarial, los aprendizajes que se validan son altamente significativos
Así debe ser la formación logística ideal
El sector logístico es muy complejo y está compuesto por un sinfín de áreas de conocimiento que requieren de una alta especialización y cualificación. En ese sentido, la oferta formativa ideal es aquella que se adapta a las necesidades del sector y que permite al alumnado adquirir los conocimientos y destrezas necesarios para desarrollar su puesto de trabajo de manera eficaz y eficiente. Asimismo, debe de ser una oferta innovadora que tenga en cuenta los desafíos a nivel digital y ambiental.
Para poder elaborar una oferta formativa de estas características es necesario que empresas, autoridades y centros educativos trabajen totalmente alineados, permitiendo modificaciones de los currículos y planes de estudio según las tendencias y necesidades que tengan las empresas a medida que éstas se adaptan a los tiempos.
Estas son las seis claves de la oferta formativa ideal, según los expertos consultados.
1.- Profesionalizadora, con una visión real del trabajo a desempeñar en la empresa.
2.- Multidisciplinar y preparada para los cambios, como los equipos de trabajo de hoy en día.
3.- Multilingüe, apostando por la mejora en la capacitación en lenguas extranjeras, especialmente en inglés de marcado carácter técnico.
4.- Combinada, uniendo áreas competenciales teóricas con necesidades reales de las empresas.
5.- Adaptada a la nueva realidad, proporcionando conocimientos de herramientas y técnicas digitales asociadas a la logística y aumentando la sensibilidad hacia aspectos como la sostenibilidad ambiental y social.
6.- Especializada y flexible, para cubrir las necesidades de cada uno de los modos de la actividad logística, donde se combine además el modo presencial y el online en la parte teórica.
