En cifras, el proveedor de logística refrigerada ha aumentado la superficie de su nave en 1.300 metros cuadrados, alcanzando un total de 4.500 metros cuadrados. Con esta ampliación, Fredist consigue una capacidad total de almacenaje de 4.000 palés.
“Estos últimos cuatro años hemos crecido exponencialmente, tanto la facturación como la incorporación de nuevos profesionales en nuestra organización”, asegura Casanovas. Gracias a este crecimiento, “hemos reestructurado y departamentalizado la empresa para poder cumplir con las necesidades de nuestros clientes mediante herramientas como S&OP o metodologías de mejora continuas como LEAN/KAIZEN”, añade el director gerente.
Apuesta por la tecnología
La innovación y la apuesta por la tecnología forman parte del ADN de Fredist. “Tenemos muy claro que las tecnologías de la información son el presente y el futuro y, por este motivo, estamos constantemente innovando tanto a nivel interno como a nivel de clientes”, asegura Joan Casanovas.
“Actualmente contamos con una aplicación propia para informar en tiempo real del estado de la mercancía, así como un programa propio de planificación de recursos empresariales que podemos modificar según nuestras propias necesidades”, explica. Además, añade el director gerente, Fredist cuenta con un sistema de control de temperatura, de prevención y de actuación en caso de avería de los equipos de frío.
En este sentido, continúa, “ofrecemos información en tiempo real a nuestros clientes sobre el estado de entrega de su producto, así como reportes diarios del stock actual que tenemos, y usamos la metodología FIFO a la hora de la preparación de pedidos”. Por otra parte, Casanovas asegura que Fredist también apuesta por la atención al cliente personalizada y por “la resolución de incidencias de la forma más eficaz posible”.
Sostenibilidad
Desde Fredist apuestan por las energías renovables con la implantación de placas solares que abastecen la electricidad para la refrigeración de su almacén desde hace dos años. Por otra parte, y con el objetivo de minimizar su huella en el medio ambiente, “la flota de la compañía está compuesta por vehículos de bajas emisiones euro 5 y euro 6”.
Dificultades
Joan Casanovas explica que la principal complicación de la logística en frío “es el gasto en energía y combustible que implica la conservación de estas mercancías perecederas”. Además, “nos encontramos en una época en la cual la escasez de conductores profesionales es muy alta, lo que influye a todo el sector de transporte terrestre de mercancías”.