El presidente de la AP de Bilbao, Ricardo Barkala, y el diputado de Promoción Económica de la Diputación Foral de Bizkaia, Imanol Pradales, presentaron ayer su acuerdo de colaboración tanto en lo relativo a la accesibilidad terrestre de los convoyes de transportes especiales a la dársena como en materia de aprovechamiento de las tierras excedentarias de las obras que ejecuta la Diputación con destino a rellenos en el propio puerto, concretamente en la construcción del Espigón Central.
Según detalló barkala, durante los últimos años, el tráfico de transportes especiales ha aumentado significativamente y en 2018. En concreto, el Puerto de Bilbao llevó a cabo 4.290 operaciones de este tipo de piezas, lo que arroja una media de entre 15 y 20 transportes diarios. Sin embargo, advirtió, existen circunstancias que pueden limitar la competitividad de este transporte y la del Puerto de Bilbao.
Así, el paso de los convoyes genera inconvenientes en los núcleos urbanos: retenciones e inseguridad vial en el tránsito que afectan tanto a los usuarios habituales como para las propias empresas de transportes especiales. Asimismo, los costes actuales y las dificultades de tránsito pueden desembocar en pérdida de competitividad para el tejido industrial y, por extensión, afectaría a la demanda de los clientes del puerto.
Como explicó Barkala, el mayor problema de accesibilidad por carretera se da en la N-240 (Tarragona-Bilbao), muy utilizada por estos transportes especiales al no ser de peaje y ser la principal ruta entre las empresas que, como Siemens Gamesa, fabrican este tipo de piezas, especialmente eólicos, y el Puerto de Bilbao. De hecho, el 77% de los transportes de dicha compañía usan la N-240.
Apartaderos: entre 7 y 9
Estos transportes, por sus grandes dimensiones y baja velocidad, congestionan el tráfico en la comarca de Arratia, sobre todo en horas punta. Para paliarlo, se requiere de una actuación que minimice las afecciones en la N-240. Con el fin de mejorar este flujo de tráfico y que haya zonas disponibles donde puedan parar los transportes especiales para permitir el adelantamiento de otros vehículos, así como también en caso de necesidad o avería, se dotará a la N-240 de varios apartaderos de los que se dispone de estudios preliminares.
La Autoridad Portuaria financiaría el proyecto, que se calcula rondará los 500.000 euros, y la Diputación Foral de Bizkaia redactará el proyecto, contratará y ejecutará las obras. Este acuerdo será remitido esta misma semana a Puertos del Estado, entidad que debe validarlo, y se espera que, de cumplirse los plazos estipulados, puedan estar operativos a lo largo de 2020.
Como dijo Imanol Pradales, actualmente se barajan 12 posibles localizaciones para ubicar estos apartaderos en la N-240 a su paso por Bizkaia y Barkala precisó que de esta cifra, finalmente el número definitivo de apartaderos será de entre siete y nueve.