Moldtrans comenzó siendo una empresa de transporte por carretera. Desde su experiencia, ¿cuál es el momento por el que pasa esta actividad? ¿Los acuerdos a los que se llegó con el Gobierno están funcionando?
Me gustaría que desde las instituciones se tuviera más sensibilidad con nuestro sector. Seamos realistas. Hay problemas que son endémicos, la carretera ha sido el hermano pobre de la logística, pero la realidad es que no hay barco que llegue a Madrid, ni hay avión a la mayoría de los polígonos industriales. Siempre hará falta la multimodalidad. Mi hermano decía que “transporte, transporte es”, y por eso hay que buscar los mejores medios, los más económicos, los más ecológicos y los más rápidos, y eso es lo que hacemos. Si hay empresas para personas y personas para empresas, también hay un tipo de transporte para cada tipo de mercancía.
Veo que, para usted, la carretera seguirá existiendo.
Sí, y coexistiendo con otros modos. La carretera va a existir siempre. En tanto no seamos capaces de poner los mismos kilómetros de carretera en ferrocarril, siempre nos va a hacer falta carretera. Y repito lo mismo con el barco. Parecía que el short sea shipping era el remedio a todos los males, pero ese barco tendrá que llegar a puerto, y habrá que transportar esa mercancía. Soy un convencido de la multimodalidad, otra cosa es que no crea que el ferrocarril, en España, no tarde otras cuantas decenas de años en llegar. Cuando empecé en este negocio ya se decía que el ferrocarril era el futuro.