En un contexto internacional marcado por las incertidumbres, la figura del Operador Económico Autorizado aporta garantías y seguridad a la cadena de suministro. Por ello, su resiliencia es vital para garantizar la agilización de los procesos.
Desde que se puso en marcha la figura del OEA, ésta ha ido adaptándose, incorporando nuevos requisitos y consolidándose como la herramienta indicada para garantizar la trazabilidad y seguridad de la cadena logística.
Durante los próximos años, la figura requerirá de una adaptación en asuntos como la digitalización y la optimización de los procesos. En este sentido, es importante poder mejorar las herramientas de inteligencia artificial que puedan, por ejemplo, prever retrasos en las cargas y entregas, realizar análisis de riesgos de las mercancías con parámetros OEA mucho antes de su llegada e implicar a todas las partes involucradas en la cadena logística (cargadores, carriers, navieras, transitarios, agentes de aduana, administraciones, etc.) de manera que dispongan y aporten suficiente información de calidad como para que se puedan establecer estrategias de inteligencia artificial que ayuden a una toma de decisiones más eficiente.
La transitaria Lamaignere desde hace ya varios años implantó a todos los niveles, la digitalización como uno de los pilares fundamental en el desarrollo a corto plazo y largo plazo de la compañía. Esta digitalización ha implicado el uso de tecnologías digitales en todas sus áreas operativas, optimizando procesos, mejorando la eficiencia y aumentando la transparencia. La digitalización también se aplica en el uso de sistemas de gestión para la seguridad de la información, asegurando la salvaguarda, protección y confiabilidad de la información que manejamos día a día y por último, la trazabilidad de la cadena de suministro.
“La digitalización también abarca la capacitación continua del personal en nuevas tecnologías e innovación, y el uso de herramientas de compliance para asegurar el cumplimiento normativo, facilitando así que Lamaignere tenga capacidad de adaptación a sector que es cada vez más dinámico y competitivo”, destaca el responsable nacional de OEA de la compañía, Jose Antonio del Pozo.
Por otro lado, desde Grupo Verlio, su consejero delegado, Enrique Oliver, señala que “adaptamos la empresa a los tiempos que corren” y añade que “el OEA es una ventaja aduanero-fiscal más basada en procedimientos y adaptación a hacer las cosas como establece la agencia tributaria en este sentido que una ”digitalización” en sentido estricto”. A pesar de esto, la compañía hace ya muchos años que se va adaptando a las necesidades actuales del mercado. “Como Grupo estamos inmersos precisamente en un proceso total de digitalización de sistemas y procedimientos en un ambicioso proyecto de I+D+I basado en tecnología block chain e IA donde entra también, por supuesto, las relaciones con Aduanas, IIEE, Agencia Tributaria y resto de autoridades y stakeholders”, destaca Oliver, que añade que “esperamos y confiamos en grandes avances en este sentido”.
La CEO de Lantimar, Beatriz Orejudo, incide en que “ser OEA implica disponer de medios que permitan el control de las operaciones de forma eficaz”. Estos medios suponen un coste importante tanto en recursos personales como técnicos y el mercado internacional es un mercado volátil y sujetos a multitud de eventualidades que no admite dilapidar más tiempo del necesario en determinadas cuestiones. Por ello, enfatiza Orejudo, “los medios que permiten controlar situaciones imprevistas y corregir actuaciones incorrectas deben ser fáciles, intuitivos y sencillos de gestionar”. De la misma forma, para la CEO de Lantimar “los protocolos deben simplificarse al máximo ofreciendo las mayores garantías de trazabilidad posible”.
Finalmente, Luis Gimeno, Sea & Air Director Valencia Area de Grupo Caliche pone el foco en la seguridad. “Grupo Caliche dirige sus procesos de digitalización de manera continua para aportar seguridad a sus trámites aduaneros en la línea de las exigencias del OEA”, comenta Gimeno.