Ante la exigencia de los controles de los puertos españoles, que en julio detectaron hasta cinco partidas de naranja sudafricana infectadas de mancha negra y falsa polilla, los productores sudafricanos han optado por buscar puertos de entrada más laxos en las inspecciones de cargamentos para sortear aquellos donde sí se practica un examen exhaustivo.
El Comité de Gestión de Cítricos ha asegurado que, mientras que en los puertos españoles se detecta un positivo del hongo que causa la mancha negra cada 40 cargamentos, la ratio asciende a una de cada 966 revisiones en el caso de los Países Bajos y una por cada 2.765 en Reino Unido.
No es la primera vez que Mollà se dirige a las autoridades de la Comisión Europea; el pasado mes de agosto, y tras conocer los datos oficiales sobre partidas contaminadas, ya propuso el cierre de los puertos europeos a las importaciones de cítricos procedentes de Sudáfrica y la exigencia del tratamiento en frío en origen, una medida de prevención que ya existe en otros países.
Otra de las iniciativas planteadas por la Conselleria de Agricultura es la creación de un cuerpo de funcionarios europeos que desempeñe “las labores irrenunciables de inspección de forma independiente”.