BARCELONA · En la mesa redonda que ha dado inicio a la jornada, Pere Roca, CEO de Geever; Marc Maceira, Data Scientist en Basetis; y Oleguer Segarra, Cofundador de Dribia, han coincidido que uno de los retos más importantes que debe afrontar una empresa a la hora de implementar la inteligencia artificial generativa es el cambio cultural. “Tenemos que convencer al personal de la importancia de recabar datos y enseñarles cómo mejorarán la eficiencia de todas las tareas que queramos desarrollar”, ha comentado Segarra. El cofundador de Dribia también ha asegurado que “tenemos la tecnología suficiente para resolver los procesos logísticos actuales, y la mayoría de veces los problemas de implementación de la inteligencia artificial vienen derivados de los problemas en diseñar un proceso logístico bien estructurado o las reticencias de los trabajadores para implementar estos cambios”.
Una de las empresas que está desarrollando inteligencia artificial generativa en algunas partes de sus procesos es Geever, una compañía que carga sus 40 hubs de Barcelona en horario nocturno para hacer las entregas con vehículos ligeros como patinetes o bicicletas durante el día. En su caso, el uso de la inteligencia artificial generativa les permite diseñar las mejores rutas para los repartidores en bici, para ser más eficientes, o para tener el control de la distribución de la mercancía. Su CEO, Pere Roca, ha alertado que “sin una buena gestión de la información la compañía no podría seguir adelante”.
Finalmente, Marc Maceira, Data Analist en Basetis, ha comentado que la inteligencia artificial generativa aún no permite asegurar los procesos logísticos, porqué si hubiera algún error puntual del sistema, sería muy difícil para la empresa reparar el perjuicio. Maciera ha abogado por el uso de la IA generativa en la atención al clientes o en procesos intermedios, pero el consultor tecnológico cree que aún es importante que sean las personas quienes controlan el inicio y el final de los procesos.