Esta es la principal conclusión del Observatorio Sectorial DBK de INFORMA (filial de CESCE), líder en el suministro de Información Comercial, Financiera, Sectorial y de Marketing en España y Portugal, que además constata la aceleración de la tendencia de notable crecimiento que ya venía registrando el mercado, dado que en los tres ejercicios precedentes había aumentado en torno al 18-19% anual.
La pandemia de la COVID-19, y las medidas de confinamiento y cierre de establecimientos comerciales adoptadas para su contención, fortalecieron el notable dinamismo del comercio electrónico y la demanda de servicios logísticos asociada.
El volumen de negocio derivado del comercio electrónico entre empresas y particulares (B2C) superó los 50.000 millones de euros en 2019, tras aumentar un 25%, mientras que los datos provisionales de 2020 apuntan de nuevo a un crecimiento cercano al 30%.
Destaca especialmente el incremento de la demanda vinculada a productos para el hogar, de alimentación, ropa, material deportivo, productos de salud y belleza, material de oficina e informática, o artículos de bricolaje.
El fuerte crecimiento del negocio continúa atrayendo a nuevas empresas e incentivando el incremento de las inversiones en tecnología e infraestructuras, así como en los servicios de última milla y el establecimiento de redes de puntos de entrega, buzones o taquillas automáticas.
Los cinco primeros operadores reunieron en 2020 casi la mitad del mercado, en tanto que la participación agregada de los diez primeros se situó ya en el 63% del volumen de negocio total.
Los ingresos derivados de la logística vinculada al comercio electrónico continuarán creciendo de forma notable a corto y medio plazo, debido a las restricciones aplicadas para combatir la pandemia todavía en la primera mitad de 2021 y los cambios en los hábitos de los consumidores, que seguirán aumentando el porcentaje de las compras que realizan a través de internet.