En el escenario actual, marcado por la crisis del COVID-19 y el inicio de la recuperación, ¿cómo definiría la situación de las empresas cargadoras?
El avance en el proceso de vacunación y la mejora de la situación sanitaria ha permitido una segunda parte del año más cercana a la normalidad y que ha permitido una aceleración de la recuperación.
Aun así, la situación no es equiparable a la que teníamos antes de la pandemia y no prevemos volver a ese escenario. La crisis sanitaria dibujó un contexto de incertidumbre con el que el sector del gran consumo, y en concreto la logística, debe convivir.
Actualmente estamos en pleno proceso de recuperación de la demanda y de los sectores más impactados por el COVID-19, como puede ser la hostelería, lo que es positivo. Sin embargo, cuestiones como la inflación en los precios de la energía de los combustibles, la necesidad de avanzar hacia la descarbonización de la logística o la presión regulatoria son retos que pueden afectar a la rentabilidad de las operaciones y que la logística debe afrontar.
¿Qué ha impulsado al sector logístico?
Desde el inicio de la pandemia, la logística de gran consumo ha demostrado su capacidad de adaptación a un entorno de gran incertidumbre. A pesar de la excepcionalidad vivida durante el estado de alarma, el sector logró garantizar el suministro de productos básicos en un 95,2% de los casos. Y esa ha sido la gran fortaleza del sector: la resiliencia y flexibilidad mostrada para adaptarse a situaciones de extrema complejidad.
En la fase actual, la recuperación de la demanda y de la economía suponen un impulso para la actividad logística, pero también abre nuevos retos, como dar respuesta al incremento del e-commerce o sortear los problemas globales que se están dando en la cadena de suministro para minimizar su impacto en clientes y consumidor final.
¿Qué queda pendiente para consolidar esta recuperación?
Hay externalidades que están teniendo un impacto global y que condicionan el proceso de recuperación. La evolución de cuestiones como el contexto inflacionista, con la subida de precios del combustible entre otros factores o la disponibilidad de suministros marcarán la evolución del sector en los próximos meses.
Aún así, las empresas ven con optimismo el futuro: nuestro barómetro entre las empresas de gran consumo muestra que el 87% de las compañías prevé que en los próximos años los niveles de servicio logísticos se mantendrán o mejorarán.
Entre las empresas cargadoras, ¿qué sectores han tenido más actividad?
La pandemia ha supuesto un cambio en los hábitos de consumo, que se han trasladado de fuera a dentro del hogar, y esto ha tenido un impacto en la actividad de los diferentes sectores.
En este sentido, los sectores considerados esenciales, como la distribución alimentaria, no han tenido que detener su actividad y han absorbido parte del consumo de los sectores más afectados por la pandemia, como la restauración o el ocio.
Otros sectores relacionados con la mejora y equipamiento del hogar, como la ferretería, el bricolaje y los productos electrónicos, también están teniendo buenos resultados.
En el otro lado, los sectores vinculados con el consumo fuera del hogar, como la restauración, han sido los más perjudicados, tanto por las restricciones de todo este periodo como por los cambios de hábitos de un consumidor más hogareño. Sin embargo, estos sectores se están empezando a recuperar y, según los datos de Kantar, la restauración ya está a un 80% de su actividad.
En su opinión, ¿qué previsiones tiene el sector para este año?
Las previsiones son muy diversas en los diferentes sectores. La proyección para la distribución alimentaria es de un ligero descenso respecto a las cifras de récord de 2020, pero aún con un volumen de negocio muy superior al de antes de la pandemia.
En cambio, la restauración mejorará notablemente su facturación en comparación a un 2020 nefasto, pero seguirá lejos de los datos de 2019.
A nivel global, la previsión es que la economía no recuperará los volúmenes de negocio y de actividad de antes de la pandemia hasta el 2022.
¿A qué retos se enfrenta el sector?
Según los datos de nuestro estudio ‘Perspectivas para la Logística del Gran Consumo’, las empresas identifican el cumplimiento de los niveles de servicio, la sostenibilidad y la rentabilidad como los principales retos que deben afrontar.
En cuanto al transporte, el 96% identifica la actual escasez de conductores como el principal reto al que se debe enfrentar el transporte de mercancías por carretera. El 71% apunta a la necesaria reducción de emisiones y el 53% considera que el precio del combustible marcará el futuro de la logística.
¿Cuáles son las preocupaciones que trasladan o trasladarían a la Administración?
Creemos en un modelo de colaboración público-privada en el que las empresas y la Administración trabajen conjuntamente para generar un marco regulatorio que haga compatible la actividad logística y de transporte y el avance hacia la sostenibilidad.
En este sentido, consideramos necesaria la armonización del actual marco regulatorio en cuestiones como el acceso a los centros urbanos o la sostenibilidad. En España se crean 12.000 legislaciones nuevas cada año, a nivel estatal, autonómico y local. Es evidente que este modelo genera ineficiencias que afectan a la actividad empresarial.
Por otro lado, consideramos que los Fondos Next Generation suponen una oportunidad para avanzar hacia un modelo logístico más digital y sostenible. Desde AECOC, y a través de la iniciativa Lean & Green, hemos presentado un proyecto de 1.500 millones de euros que cubriría la financiación de más de 33.000 inversiones de 3.000 empresas en cuestiones como la renovación de flotas logísticas, la digitalización de procesos y la ampliación de las infraestructuras de recarga disponibles.
¿Cuál es la valoración sobre la adhesión de las empresas a la iniciativa Lean & Green de AECOC?
En los últimos años, Lean & Green se ha consolidado como el proyecto de referencia para las empresas de gran consumo que quieren avanzar en la descarbonización de sus procesos logísticos. Contamos con más de 80 empresas adscritas y 2021 será el año de mayor crecimiento del programa.
Nuestro objetivo es que las empresas vean en Lean & Green como su referencia a la hora de establecer estrategias para reducir el impacto medioambiental de sus operaciones logísticas.
La inflación en los precios de la energía, la necesidad de avanzar hacia la descarbonización de la logística o la presión regulatoria son retos que pueden afectar a la rentabilidad de las operaciones y que la logística debe afrontar