En un contexto de incertidumbre para el comercio internacional como el actual, los cargadores buscan su sitio y todo apunta a que la reindustrialización de sectores estratégicos como el energético o la automoción serán clave para obtener una cadena logística cercana, conectada y sostenible.
Esta es una de las principales conclusiones extraídas por los expertos del sector consultados en este reportaje, que analizan los distintos aspectos que han interferido en el contexto internacional en los últimos meses y cómo han afectado a cada una de las partes de la cadena logística, desde la fabricación de las mercancías hasta su entrega al comprador final.
Erupción de volcanes, buques encallados, temporales, una pandemia mundial, huelgas en el transporte terrestre de mercancías y conflictos bélicos son, entre otras, las causas de la crisis de suministro y de la situación de incertidumbre que vive el comercio internacional y el transporte de mercancías en estos momentos. Dichos factores obligan al sector logístico a estar permanentemente alerta para no solo a adaptarse a los cambios sino también a anticiparse a ellos.
Entre las principales consecuencias destacan: el retraso de la llegada de barcos a puerto, el incremento de los fletes en el transporte marítimo y la falta de mano de obra en el transporte por carretera y ferroviario.
El secretario general de Transprime Spanish Shippers’ Council, Jordi Espín, asegura que la pandemia en este momento es ya una excusa que se utiliza para justificar la poca atención al cliente y a la carga. “Las empresas no funcionan mejor a causa de la disrupción y constante deterioro de las cadenas de transporte locales y globales. Ello afecta de manera severa al usuario final en un mal servicio de suministro sincopado y sin previsiones operacionales que sea efectivas”, explica.
En cuanto a la afectación de la crisis bélica en Ucrania a la cadena de suministro global, Espín señala que ésta se muestra vulnerable por la incertidumbre, el acopio y “la excusa de tensiones no relacionadas directamente con los tráficos hacia España, pero sí en el aumento de precios y concentración de medios de transporte”.
Más allá de la guerra, Jordi Espín afirma que existe toda una serie de factores que están o afectando a la cadena de suministro global, como son: la falta de palets, las amenazas de paro la “constante victimización” del sector del transporte que “aun siendo resiliente y suministrando niveles de servicio elevados, no consigue aportar una imagen positiva al emitir una imagen de descontento con el entorno, ni con la defensa del nuevo Real Decreto Ley 3/2022 que nivela el terreno de juego y que todos defendemos y apoyamos”
Mención especial merece el transporte marítimo, al que Espín considera un “capítulo aparte”, en el que la no cesión del transporte por parte de las navieras está causando colapsos en las terminales portuarias al no evacuar contenedores de acuerdo con las peticiones de los clientes. “Las navieras se han apropiado del canal de suministro entre la terminal y la puerta del cliente sin tener los medios para gestionar el servicio, hecho que tensiona enormemente los eslabones logísticos posteriores”, insiste.
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Jordi Espin
Secretario general de Transprime Spanish Shippers’ Council
Es vital combatir la desinformación para priorizar los flujos de carga y establecer un pacto nacional de logística y transporte que priorice la carga
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Rosa Prenafeta
Directora del Consell d’Usuaris del Transport de Catalunya
Todavía no se han recuperado de los incrementos de los costes de la pandemia y se está creando una inflación a nivel mundial
Cada día es una carrera de obstáculos, señala la directora del Consell d’Usuaris del Transport de Catalunya, Rosa Prenafeta. “Cuando no es el precio del transporte marítimo, son los cambios en las Administraciones Públicas en lo que refiere a permisos de importación de algunos productos -como los que se controlan por el Convenio CITES-, las congestiones en los puertos, el precio del combustible, la integración vertical de las navieras o lo que ha anunciado ya alguna naviera -que los embarques se harán a tiempo pero que es posible que sufran una retención en los transbordos-, que hace que la mercancía no tenga una fecha de llegada segura y que se anticipen pagos sin tener la mercancía”, detalla.
En este sentido, Jordi Torrent, jefe de Estrategia del Port de Barcelona señala que “antes, que un barco no llegara a tiempo era una excepción. Ahora es al revés. Que un barco llegue a tiempo a cualquier puerto no es lo habitual. Llegan tarde”. A esto hay que sumarle problemáticas como la inflación, la subida de precio de los fletes marítimos o la falta de personal formado en prácticamente todas las especialidades del sector logístico, que repercute directamente en la actividad de los cargadores. Por ejemplo, detalla Torrent, “existe una serie de empresas que habían conseguido implementar la intermodalidad en el tráfico de mercancías de tren a barco y viceversa, pero ahora los trenes parados por Guerra Ucrania, pero también por la falta de maquinistas”.
Era de cambios
Ante este contexto, el esfuerzo de las empresas importadoras y exportadoras españolas, en estos momentos, pasa por el incremento de los stocks, la diversificación de sus proveedores y una mayor comunicación con los distintos actores de la cadena logística. A su vez, todo ello, genera una tendencia hacia el cambio y la adaptación por parte de las empresas, que ven una oportunidad en la reindustrialización de sectores estratégicos en Europa y países cercanos.
“Hay empresas que ya están acercando producción a Marruecos, Turquía y el norte Europa. Otras, están repatriando producción directamente. Incluso, algunas más grandes están recuperando y/o haciéndose con el control de sus cadenas, fletando incluso sus propios barcos, como es el caso de Coca Cola o Lidl, entre otras”, explica Jordi Torrent.
No obstante, cambiar las cadenas de suministro no es tarea fácil, advierte el director de Soluciones Internacional en Banc Sabadell, Carles Dalmau, pues “ya lo han intentado históricamente países como Estados Unidos, apostando por cambiar China por Filipinas y no les funcionó por falta eficiencia”. A pesar de ello, Dalmau señala que el tiempo apremia y “lo que no consigamos producir más cerca, será más caro de aquí a cinco años, además, nos llevarán ventaja otros países”.
A este respecto, el subdirector de la Asociación de las Empresas Industriales Internacionalizadas (AMEC), Óscar Puig, explica que las empresas abogan por trabajar con prospectiva para intentar anticiparse y preparar su adaptación, en la medida de lo posible, a aquello que pueda pasar. Es el ejemplo de empresas que han apostado por replicar un mismo modelo en distintos países, de modo que, si falla la producción en una de sus fábricas, ésta se reubica en otro país.
Lo mismo ocurre con las compañías que trabajan en aumentar sus stocks para poder disponer de ellos en caso de escasez. “Tenemos que ser conscientes de que no estamos en el momento del just in time, estamos en el just in case”, advierte Puig. “Esto no es un cambio de era, sino una era de cambios”, agrega.
Lo cierto es que “las cadenas son resistentes a roturas de stocks por problemas puntuales, pero no a la consecución de múltiples aspectos como los que ha habido en los últimos meses”, apunta el responsable de distribución de vehículo acabado para SEAT, Jorge Roig.
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Oscar Puig
Subdirector general de AMEC
Tenemos que pensar seriamente en la relocalización de la industria, dado que es el sector que genera mayor ocupación de manera sostenida en el tiempo
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Jorge Roig
Responsable de distribución de vehículo acabado para SEAT y CUPRA
Hay que implementar la tecnología con capacidad de predicción, además de apostar por la economía circular alargando la vida del producto
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Emili Sanz
Presidente de ATEIA-OLTRA Barcelona
No podemos depender de proveedores tan lejanos como Extremo Oriente, pero los efectos positivos de la reindustrialización se notarán pasados entre cinco y diez año
Administración
En cuanto al papel de las administraciones, las demandas son claras: mayor agilidad en el desarrollo de infraestructuras logísticas ya asignadas, especialmente en aquellas relacionadas con el ferrocarril, para aprovechar el potencial logístico del país; y apoyo a la reindustrialización de sectores estratégicos como son el energético o la automoción, a fin de que la cadena logística del futuro sea más cercana y sostenible.
El impulso del ferrocarril es clave, asegura Jorge Roig, tanto en el ámbito de infraestructuras como en la formación de personal, “pues si faltan maquinistas es porque se han dejado de abrir convocatorias para candidatos y hay que tener en cuenta que son procesos largos”.
Asimismo, Óscar Puig señala que ”empresas, patronales y demás entidades privadas debemos reivindicar a la vez que saber administrar los recursos, pero la administración es quien tiene los recursos y tiene la obligación de hacerlo fácil, debe anticiparse y hacer propuestas. No puede ir por detrás”.
Por su parte, Carles Dalmau destaca que los estados deben asumir una planificación que genere las condiciones necesarias para que se genere oferta y demanda para que la industria pueda trabajar. “Cualquier estad que actúe de forma rápida y contundente, tendrá mejor respuesta para cualquier situación que se presente y obtendrá mejores resultados”.
Por su parte, las compañías transitarias demandan una modificación, incluso directamente la revocación, de la normativa que favorece las grandes alianzas entre navieras, a fin de conseguir una regulación del precio de los fletes y agilizar la entrega de mercancías, que está registrando retrasos y penalizaciones -a cargo de los importadores y exportadores- debido al colapso de las propias compañías navieras.
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Carles Dalmau
Director de Soluciones Internacional en Banc Sabadell
Cambiar la cadena de suministro no es fácil, lo han intentado países como EE.UU. y no les ha funcionado, pero hay que actuar ya
Un futuro optimista
La realidad es que, a pesar de todo, las exportaciones españolas siguen creciendo y batiendo récords, según el ICEX. Las últimas estadísticas publicadas reflejan que las exportaciones españolas de mercancías han crecido un 23,2% entre enero y abril de este año, situándose 6,3 puntos por encima de la tasa del mismo periodo del año 2021, que fue de 16,9%, alcanzando los 120.924,5 millones de euros.
Del mismo modo, las importaciones suman 142.735,5 millones de euros en los cuatro primeros meses de 2022, un 39,0% más que en el mismo periodo del año anterior y situándose en 28,7 puntos por encima al 10,3% de 2021.
EL DATO
23,2%
EXPORTACIONES. Según datos del ICEX, las exportaciones españolas de mercancías han crecido un 23,2% entre enero y abril de este año, situándose 6,3 puntos por encima de la tasa del mismo periodo del año 2021. Del mismo modo, las importaciones suman 142.735,5 millones de euros en los cuatro primeros meses de 2022, un 39,0% más que en el mismo periodo del año anterior y situándose en 28,7 puntos por encima.
Jordi Espín asegura que los volúmenes de movimiento de mercancías son elevados, aún afectados por el último paro de transporte del mes de marzo, “el problema sigue y seguirá siendo la vulnerabilidad de la cadena de suministro”. En cuanto a las previsiones de cara a los próximos meses Espín señala que “estamos explorando vías de cooperación entre cargadores y transportistas para conectar actividades que mejoren mutuamente las cadenas de explotación en ambos lados”.
Por su parte, Rosa Prenafeta avanza que todo apunta a que, “durante el segundo semestre la dinámica será la misma, aunque ya estamos sufriendo las restricciones de las exportaciones a Argelia”. Optimista también se muestra Emili Sanz que, aunque no ve soluciones a corto plazo para problemas como el de la inflación, apunta que “cualquier conflicto bélico propicia una inestabilidad en precio de combustibles” y confía en que “cuando termine la Guerra de Ucrania los precios del combustible volverán a ser razonables”.
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Jordi Torrent
Jefe de Estrategia del Port de Barcelona
Un sector clave para Europa es la transición energética. Otro es el de la distribución. Por tanto, hay que encontrar solución a la falta de suelo