La irregularidad de los tráficos portuarios se ha convertido en una constante en los últimos años. Ante esta situación, las bases de contenedores deben adaptarse para poder mantener su rol dentro de la cadena logística.
Valencia. Esos picos de trabajo, en numerosas ocasiones, tensionan la operativa de los depots, que responden “intentando ofrecer el mejor servicio posible tanto a nuestros clientes directos que son las navieras como a nuestros clientes indirectos, que en este caso serían los transportistas”, tal y como asegura Alfredo Soler, CEO de Trans-Base Soler.
Cuando las terminales comienzan a llegar a su máxima capacidad, la primera acción correctora es dejar de admitir contenedores vacíos. “Es en ese momento cuando los depots actuamos como válvula de alivio en modo masivo y nos sobrevienen unos grandes picos de trabajo totalmente inesperados y por tanto sin posible previsión”, subraya Soler. En ese sentido, “trabajar con poco espacio libre provoca que cada operación sea menos eficiente y por tanto más costosa en tiempo y dinero”.
La consecuencia, según el CEO de Trans-Base Soler, es menor eficiencia, por lo que el eslabón que más sufre las consecuencias son los transportistas. “En esos momentos todo nuestro equipo debe esforzarse al máximo y no sólo en el horario abierto al público, sino trabajando en horarios nocturnos y fines de semana a puerta cerrada para comenzar la siguiente jornada con los patios lo más limpios posible”, remarca.
El hecho es que el sector se encuentra “en una constante montaña rusa”, es decir, “semanas de excesivo trabajo precedidas o seguidas de semanas sin prácticamente actividad, lo que hace muy difícil encontrar un equilibrio para adecuar los recursos tanto humanos como de maquinaria”. El hecho de que sea una situación imprevisible agrava aún más esa problemática.
El gran reto, por tanto, es encontrar la solución. Alfredo Soler aboga por el sistema de gestión de puertos “landlord” extendido frente al actual, de modo que las propias Autoridades Portuarias “se ocuparan y preocuparan no solo de las actividades más directas de intercambio modal mar/tierra y viceversa, sino de los servicios auxiliares, pero igualmente esenciales como es el caso del rol que juega el colectivo de depósitos de contenedores”.
En este punto, Soler afirma que “se deberían tener previstos terrenos, aunque no estuvieran en el interior del dominio portuario, donde poder acopiar provisionalmente contenedores vacíos ante una necesidad puntual”.
Planes directores
Ese modelo de landlord extendido tiene relación con una de las reivindicaciones históricas del sector, que es la de ser incluidos en los planes directores de las autoridades portuarias. Tal y como denuncia el CEO de Trans-Base Soler, “desgraciadamente los depots no estamos incluidos en los planes directores, a pesar de jugar un papel esencial y de ser un eslabón que en caso de fallar afectaría a toda la cadena de suministro”. En ese sentido, “considero que somos los olvidados y que las AAPP deberían prestarnos más atención”.
No obstante, en el Puerto de Valencia “la relación de los depots con la APV es buena, sobre todo gracias a la Marca de Garantía que realiza un gran trabajo y se encarga de cohesionar a todo el clúster”.
Evolución
Los servicios de las bases de contenedores han evolucionado en los últimos años, ampliándolos y manteniendo el contenedor en perfectas condiciones. Año tras año se supera el volumen de flota mundial de contenedores que no sólo navegan por el mar, sino que conviven con los ciudadanos.
“Estas cajas deben soportar muchas toneladas de mercancía en su interior, por lo que estructuralmente deben cumplir con unos mínimos requisitos de seguridad que no se vean disminuidos después de miles y miles de millas navegadas o kilómetros recorridos”. Por ello, el depósito de contenedores es, para Soler, “el eslabón de la cadena que se encarga de garantizar que esa seguridad se cumpla, somos ese eslabón tan transparente e invisible como necesario y esencial para garantizar la seguridad del transporte de más del 80% de la mercancía”.
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Alfredo Soler
CEO de Trans-Base Soler
“Se deberían tener previstos terrenos donde acopiar provisionalmente vacíos”
En detalle
La falta de perfiles profesionales incide de manera directa en la operativa de los depots. Alfredo Soler asegura que, en estos momentos, y ante la dificultad de encontrar candidatos, “sólo nos queda la alternativa de generar nuestra propia cantera contratando a personas sin experiencia asumiendo por nuestra parte la formación desde cero”.
Además, hoy día es fundamental “formar al nuevo personal en diferentes perfiles críticos para poder recolocarlos en diferentes puestos”. Los puestos más complicados a cubrir siguen siendo los de técnicos frigoristas, reparadores de contenedores y manipuladores de grúas.
A favor de la armonización de sistemas
En pocos años, la logística ha pasado de entender la inmediatez en semanas, a posteriormente días y ahora ya, casi al minuto. “Los depósitos debemos estar completamente digitalizados y conectados para informar en tiempo real, lo que nos obliga a tener un alto nivel de digitalización”.
El problema para Soler es que a pesar de que la información que se comparte con las navieras siempre es la misma, “cada uno de ellos tiene su propio sistema y exige que nos adaptemos a sus estándares”, los cuales se actualizan y estandarizan de manera constante, “lo que nos ocasiona verdaderos dolores de cabeza y mucha mucha inversión”. Por ello, el CEO de Trans-Base Soler “considera necesario un sistema y unos procesos armonizados entre todas las navieras”.
