MADRID. El encuentro reunió a expertos en sostenibilidad del sector logístico para debatir los desafíos y oportunidades que plantea la transición hacia una logística más sostenible.
Marta Valero, directora de Infraestructuras y Tecnología de Industria en ICEX, inició el evento destacando el papel central de la logística como eje vertebrador de la cadena de valor. Valero advirtió que el sector afronta importantes retos, como el aumento de costes y la necesidad de responder a una competencia creciente, todo ello en un marco en el que la sostenibilidad es ya un pilar esencial. Sin embargo, afirmó que estos desafíos son también una oportunidad de transformación. “La sostenibilidad afectará a toda la cadena de valor y exigirá adaptación y cambio en todos los niveles; pero los cambios se pueden convertir en una oportunidad,” subrayó Valero.
José Andrés Giménez, vicepresidente de I+D+i de Logistop, reforzó la idea de que la sostenibilidad no es solo un objetivo a largo plazo, sino una prioridad inmediata. “La logística debe avanzar hacia modelos más sostenibles, y no podemos depender únicamente de los avances tecnológicos para lograrlo”, explicó Giménez, quien abogó por una mentalidad de cambio que explore soluciones innovadoras a corto plazo. Resaltó también que la sostenibilidad no debe verse únicamente como una cuestión tecnológica, sino como un enfoque integral que combine diferentes medidas y soluciones basadas en la innovación.
Transición energética
El keynote de la jornada, a cargo de Juan Carlos de Pablo, coordinador del grupo de trabajo de descarbonización y sostenibilidad de Logistop, analizó los principales obstáculos para la transición energética. Basándose en un sondeo en tiempo real con el público, de Pablo destacó que las mayores barreras para la transición son de índole económica y social, mientras que las barreras tecnológicas resultan menos significativas.
Para él, esta percepción refleja que la tecnología, si bien esencial, necesita ir acompañada de cambios culturales y económicos. Además, realizó una panorámica de la transición energética, explicando, entre otros puntos, que esta no dependerá de una única solución, sino de la combinación e hibridación de diversas tecnologías.
Modelos de negocio
Moderada por Aitor Ojanguren, fundador de Koiki, esta mesa redonda exploró cómo los modelos de negocio pueden evolucionar en línea con una logística sostenible. María I. Cubillo, directora general de SinCeO2 Consultora Energética, subrayó que el ahorro energético no solo reduce el impacto ambiental, sino que también puede ser una fuente de ingresos gracias a los Certificados de Ahorro Energético (CAEs). Según Cubillo, estos incentivos transforman el ahorro energético en una oportunidad económica tangible para las empresas.
Joao Saint-Aubyn, VP de Analytics Strategy en Wiimer.com, aportó una visión sobre cómo la tecnología predictiva puede transformar el sector. “La logística es uno de los sectores que más tecnología ha adoptado, pero los modelos predictivos son clave para optimizar rutas y adaptarse a necesidades cambiantes, regulaciones y restricciones operativas,” comentó Saint-Aubyn. Señaló que la optimización no solo se limita a las rutas, sino también a la gestión de recursos, personal y almacenes, entre otros, con el objetivo de reducir costes operativos y mejorar la eficiencia general.
Paula de la Fuente Blanco, responsable del área de hidrógeno en Alpiq para Iberia, abordó el papel del hidrógeno en la transición energética y explicó un caso de éxito que están desarrollando en Suiza. “Nuestro modelo de negocio se enfoca en la producción de hidrógeno para la descarbonización de la industria y el transporte, y ya tenemos un caso de éxito en Suiza que demuestra su viabilidad en el contexto europeo,” explicó.
Transporte sostenible del futuro
Moderada por Fernando Bernabé, responsable de Soluciones de Movilidad en Ecoinversol, esta mesa redonda abordó los retos y tendencias para el transporte sostenible. Manuel Arias, responsable Transporte Sostenible en Scania Ibérica, enfatizó la diversidad de soluciones tecnológicas disponibles, destacando que el camión eléctrico es hoy en día su opción más desarrollada y eficiente, aunque requiere una infraestructura de carga aún por desplegar. También mencionó el biometano como una tecnología prometedora que, con incentivos adecuados, puede jugar un papel importante en el transporte sostenible.
Carlos Salinas, responsable departamento de Movilidad en Molgas, explicó que el coste sigue siendo la principal prioridad para las empresas de transporte, aunque la demanda de reducción de emisiones y certificaciones de sostenibilidad está en aumento. Para Salinas, los biocombustibles son la opción más factible para reducir las emisiones en transporte de larga distancia, aunque advirtió que es necesario armonizar los procesos de certificación a nivel europeo.
Francesc Figueras Rafecas, Transport Manager de InPost para Iberia, recalcó la importancia de los datos para optimizar la cadena de suministro. En su opinión, el big data y la digitalización permiten ajustar operaciones en tiempo real y fomentar un modelo de cadena de suministro circular. Figueras subrayó que no existe una única solución para la sostenibilidad en la logística, por lo que es esencial probar y adaptar distintas tecnologías a las necesidades de cada mercado, siempre con un enfoque colaborativo.
Impacto de la normativa europea
La última mesa redonda, moderada por José Andrés Giménez, vicepresidente de I+D+i de Logistop, se centró en el impacto de la normativa europea en el avance hacia una logística sostenible. Fernando Liesa, secretario general de ALICE – Alliance for Logistics Innovation through Collaboration in Europe – ETP LOGISTICS, recordó que la sostenibilidad debe tener un enfoque económico para ser viable y que las empresas deben adaptarse con agilidad a las normativas cambiantes. Liesa enfatizó que la adaptación a estas regulaciones serán un factor decisivo en el éxito o fracaso de las empresas logísticas en el futuro.
Ramón Valdivia, vicepresidente ejecutivo de ASTIC – Asociación del Transporte Internacional por Carretera, destacó que el existente maremágnum legislativo está provocando el envejecimiento del parque de vehículos va en dirección contraria a los objetivos de sostenibilidad. Señaló, además, que, en este momento, la legislación está suponiendo un freno a la innovación. “Si somos sostenibles económicamente, también lo seremos social y medioambientalmente”, concluyó.
Ramón García, director general del Centro Español de Logística – CEL, sugirió que la normativa debería basarse en datos y en un enfoque colaborativo. «Necesitamos un conocimiento más exhaustivo de la realidad del sector. La regulación actual se implementa de arriba hacia abajo y sería más efectiva si se partiera de los datos y se cocrearan soluciones con la participación de todos los actores», explicó. García abogó por que los plazos y objetivos vengan acompañados de planes realistas e incentivos específicos para ayudar a las empresas a cumplir con las nuevas exigencias.