Por el grupo de actividad de su empresa, dedicado en sus orígenes al transporte de contenedores por carretera, Ballester ha convivido profesionalmente y principalmente con hombres.
A lo lardo de 22 años de trayectoria en el sector ha desarrollado su labor profesional en varias empresas y ha dirigido diferentes departamentos del grupo Chema Ballester, hasta ocupar la gerencia de Logística Chema Ballester en 2013.
Lorena Ballester considera que la baja representatividad de la mujer entre los cargos directivos en logística, y más concretamente en el transporte terrestre, se debe a que “se trata de un sector muy masculino y a que las tendencias no se cambian con rapidez. Asimismo, la falta de formación específica del sector también ha perjudicado la presencia de la mujer en las empresas de transporte y logística”, ya que durante mucho tiempo solo se ha valorado la experiencia a la hora de realizar nuevas contrataciones y eso es algo muy difícil de adquirir si no existen oportunidades.
La gerente de Logística Chema Ballester cree que “las empresas, o por lo menos en mi caso, estamos deseando tener más opciones en la selección de personal. Por ejemplo, recientemente he incorporado una jefa de tráfico y no por ser mujer, sino por sus conocimientos y pasión por su trabajo”. Lorena Ballester cree que la administración “debe invertir más en formación para que las empresas recibamos más solicitudes femeninas y la balanza se equilibre de forma natural”.
Asimismo, Ballester cita como ejemplo el caso del Máster de Gestión Portuaria de la Autoridad Portuaria de Valencia (de cuyo profesorado forma parte), en el que la presencia de la mujer entre el alumnado es prácticamente del 45% y “estamos hablando de personas que en un futuro, claramente, ocuparán cargos directivos en empresas del sector”.
Respecto a las trabas que ha podido encontrar a lo largo de su trayectoria profesional por el hecho de ser mujer, Lorena Ballester considera que no se ha topado con dificultades porque ha empleado grandes dosis de “trabajo, preparación y constancia”.
Lorena Ballester quiere dejar claro que el hecho de pertenecer a un grupo familiar puede hacer pensar que ha tenido más facilidades, “pero la verdad es que siempre me he sentido valorada y respetada, y eso es algo que se gana, no se hereda”.
Asimismo, “ni en la representación empresarial, ni en ELTC, ni el Propeller, ni en la FVET, ni en Entidad de conservación Urbanística del PLV ni en otros tantos órganos de gobierno o asociaciones en los que he sido invitada a participar, he tenido la sensación de que se ha contado conmigo por ser mujer, sino por lo que puedo aportar profesionalmente y hay procurar que esto siga siendo así para todas las mujeres”.