BRUSELAS. La industria continúa enfrentando una crisis sin precedentes: el aumento de los costes elimina los márgenes de rentabilidad y la capacidad ha disminuido significativamente con la caída de los volúmenes. “Muchos costes a los que debe hacer frente la industria, como los salarios de los conductores y las materias primas necesarias para las embarcaciones, los camiones y los vagones del ferrocarril, están aumentando con mucha mayor rapidez que la tasa de inflación general, que ya es elevada. Los contratos fijos, que no contemplan estas circunstancias excepcionales, han dado lugar a que los transportistas pierdan dinero con cada automóvil transportado”, detalla ECG.
Asimismo, la inversión en activos “prácticamente ha desaparecido”. Según ECG, la industria, que primero se vio muy afectada por la COVID y luego por el impacto de la escasez de materiales en el sector automotor, espera ahora una recuperación del mercado, aunque le es imposible volver a invertir.
En el sector marítimo, las tarifas de fletamento por tiempo de los buques de transporte de automóviles y camiones (PCTC) se han triplicado en poco más de un año, “lo que pone claramente de manifiesto una reducción de la capacidad que pareciera no detenerse. De cara al futuro, la reducida cartera de pedidos de nuevos buques indica que las tarifas subirán, ya que la recuperación de los volúmenes hará que la falta de capacidad, ya restringida por las nuevas regulaciones, sea aún más crítica”, explica la Asociación.
Por su parte, el sector del transporte por carretera está sufriendo las consecuencias de plazos demasiado extensos en la entrega de camiones nuevos. Sin embargo, lo más preocupante es que no hay choferes para conducirlos. “El desafío que representa a nivel mundial la prolongada escasez de conductores se ha convertido en uno de los problemas fundamentales del sector de la logística para vehículos terminados. Sin automóviles para conducir, muchos conductores han empezado a trabajar en otros sectores y no volverán a lo que es uno de los trabajos más arduos de la industria”, valora ECG.
Reducción de la capacidad
La asociación ECG ha realizado recientemente una encuesta entre sus miembros para tener una idea más precisa de cómo han cambiado la capacidad y los costes durante los últimos dos años. Específicamente, la encuesta comprende los años 2020/21 y los resultados vuelven a confirmar los temores que ya había manifestado la ECG y que señalaban que la industria de la logística para vehículos terminados “teme por el futuro ante el aumento vertiginoso y generalizado de los costes”.
El 91% de los encuestados ha indicado que la razón principal de esta disminución no está relacionada tanto con la COVID y los confinamientos, como con la escasez de material (especialmente microchips) y las consiguientes reducciones de volumen en el sector del automóvil.