Por si fueran pocos los retos a los que se enfrentan actualmente los transportistas por carretera tanto en el ámbito nacional como internacional -falta de conductores, crisis energética, renovación de flotas, etc.-, aquellos que se dedican al transporte de mercancías peligrosas, cisternas o carga farmacéutica se topan, además, con el reto de la especialización.
El concepto especialización comporta la aceptación de toda una serie de requisitos sine qua non, a través de los que los profesionales del sector se comprometen a cumplir normativas concretas, obtener certificaciones especializadas, realizar las inversiones necesarias y actuar bajo las buenas prácticas.
Como su nombre inicia, la principal peculiaridad para el transporte de mercancías peligrosas es el riesgo del manejo por su grado de peligrosidad. Se clasifica en nueve clases o tipos de mercancías de las cuales dependiendo de la cantidad a transportar puede estar prohibido su transporte o autorizado exclusivamente bajo las condiciones establecidas por el Acuerdo de transporte de Mercancías Peligrosas Por Carretera ADR.
“En el transporte de mercancías peligrosas no estamos transportando ni agua ni patatas, sino mercancías que pueden ocasionar daños a la salud, a la seguridad o en el medio ambiente, en las propiedades o a las personas. Estamos hablando de mercancías con peligros como explosivos, inflamables, tóxicos o corrosivos, entre otros”, señala Cristina Nova, directora técnica de Fimed, firma que llega 25 años divulgando conocimiento en los sectores relacionados con las mercancías peligrosas, participando con asociaciones sectoriales, colegios profesionales y con la Administración.
Cabe tener en cuenta que cuando se habla de transporte de mercancías peligrosas la normativa no solo engloba el transporte, sino que también regula y controla las actividades asociadas con estas mercancías de carga, descarga, embalado, expedición y llenado de cisternas.
Farma y biomédica
Más concretamente, por tipologías, la carga farmacéutica requiere contar con un sistema de calidad robusto que implica principios de gestión de riesgo y su adecuada monitorización. Además, la seguridad de la carga es fundamental como también el control de la temperatura. “Hay que tener muy claro cuál es la temperatura óptima para su transporte bajo las condiciones establecidas por la certificación de Buenas Prácticas de Distribución (BPD/GDP)”, detalla Elena Carreras, directora comercial de Cualde Logistics. Su empresa mueve alrededor de 8.000 servicios al mes; de los cuales el 20% es mercancía peligrosa y el 15% es mercancía para el sector farma. Desde que la empresa empezó su trayectoria en el 1952, “nos destacamos por mover mercancía peligrosa para un cliente importante de lubricantes y desde entonces hemos estado muy cerca de la industria química”, explica Carreras.
El branch manager y responsable de Farma de Nippon Express en España, Giancarlo Devoto, reitera que la logística farmacéutica es más compleja que la logística de carga general: “El proceso es crítico ya que hay un paciente al final de la cadena de suministro, que se traduce en un impacto en su seguridad, por lo que el transporte no puede afectar la calidad e integridad de los productos”. Aunque recibieron su certificación en GDP en enero de 2022 para sus instalaciones en Barcelona, Nippon Express, cuenta con una división especializada llamada NX-Pharma a nivel global. La carga farmacéutica, actualmente, representa más del 7% de la actividad de la compañía, que cuenta grandes expectativas de crecimiento.
Otro segmento sería la logística biomédica, subsector en el que está especializada Biomedical. Su actividad se centra en el transporte de dos tipos de mercancías: sustancias y materias biológicas infecciosas que se deben regir por la normativa de transporte de mercancías peligrosas ADR-IATA; y medicamentos como vacunas, fármacos para ensayos clínicos, radiofármacos, etc., cuyo transporte debe cumplir con las normativas de las Buenas Prácticas de Distribución de Medicamentos (GDPS). Francesc J. Gómez, CEO de Biomedical y presidente de ANSBIO, advierte en que al ser productos perecederos requieren de un servicio transporte directo, inmediato, exclusivo y con control de temperatura. “No debemos olvidarnos de que las sustancias infecciosas, pueden ser materias peligrosas de alto riesgo, por lo que se ha de cumplir con los estándares más elevados de seguridad. Estos estándares se han de cumplir también con los medicamentos de alto valor”, reitera Gómez.
Biomedical es uno de los socios fundadores de la Asociación Nacional de Seguridad Biológica para la Cadena Logística (ANSBIO), organización pionera que trabaja para fomentar y estimular el cumplimiento de leyes relacionadas con la bioseguridad en la cadena logística. Su presidente advierte de la “necesidad” de que las empresas y profesionales de este sector tomen conciencia los peligros inherentes a la actividad y se responsabilicen adecuando los protocolos a la normativa, así como formando a todos los actores implicados y contando entre su plantilla con un consejero de seguridad en el transporte de mercancías peligrosas. Para ello, detalla Francesc J. Gómez, es imprescindible: el cumplimiento legislativo de todos los actores y todos los ámbitos, la elaboración de un registro de transportistas autorizados para el transporte de materias infecciosas “semejante al registro de transportistas de material radiactivo” y disponer de un registro de fabricantes de embalajes que cumplan con las instrucciones de embalaje P-650, P-620 ADR-IATA.
