Juan Carlos Millán, managing director de Clasquin Intercargo en España, y Luis Lázaro, reefer division manager, han explicado a este Diario que la puesta en marcha de esta nueva línea de negocio –centrada preferentemente en el frío positivo pero en la que no se descarta el congelado– responde al deseo de ofrecer a los exportadores del sector de la alimentación, en primera instancia, pero también al de farmacia, más adelante, unos servicios de transporte absolutamente especializados, regulares y de elevada calidad, capaces de competir con el modo aéreo.
Clasquin Intercargo ha elegido el Puerto de Barcelona como hub para la exportación de estas mercancías por vía marítima, pero no descarta ampliar las salidas desde otros puertos más adelante, como podría ser el caso de Valencia.
Producto único
El producto que ofrece Clasquin Intercargo “es único hoy por hoy en el mercado”, aseguran Millán y Lázaro, porque no hay servicios de transporte de grupaje en frío positivo que garanticen unas salidas regulares. Y esta va a ser una de las premisas de la compañía. “Es muy importante para los exportadores que les garanticemos la salida de sus productos en días fijos”, añade Luis Lázaro, porque de esta forma se aseguran poder llegar en tiempo y forma a sus clientes.
El nuevo reefer division manager de Clasquin Intercargo subraya que “queremos ser una alternativa al transporte aéreo en algunos destinos” con los que España no está actualmente bien conectada y en los que el transporte marítimo garantiza unos tiempos de tránsito similares al avión pero con unos costes mucho más bajos, a lo que hay que añadir un menor impacto medioambiental. Es el caso del Líbano –Beirut–, Estados Unidos –Nueva York y Miami–o México –Veracruz–, los primeros destinos que Clasquin Intercargo ha elegido para ofrecer este nuevo servicio.
Alcance europeo
Las cargas que la compañía planea mover a través de su nueva división reefer no se limitan a productos de exportación españoles. “También vamos a vender el servicio en Europa”, apunta Juan Carlos Millán. “Francia, Portugal e Italia son países muy interesantes y tenemos un socio que nos hará el servicio terrestre con Europa, trayendo por carretera las mercancías hasta Barcelona, donde contamos con un almacén aduanero en el que se lleva a cabo la consolidación de los contenedores, por lo que toda la carga sale despachada directamente”, precisa Luis Lázaro.
De hecho, el grupo Clasquin Intercargo ya ha puesto en marcha una iniciativa similar en Italia, ofreciendo un servicio refrigerado para vinos desde La Spezia a Singapur.
Hub en Barcelona
El nuevo negocio de reefer de la compañía estará centralizado en Barcelona pero todas las oficinas del grupo, tanto en España como en el resto de Europa, “comercializarán este producto”, añade el managing director de Clasquin Intercargo en España.
En un futuro cercano, además de abrir destinos en Asia, los servicios de reefer de Clasquin Intercargo se ofrecerán también para el transporte de productos halal –aptos para su consumo por musulmanes– “un mercado en crecimiento” que requiere de unos certificados que garanticen la manipulación de las mercancías de la forma correcta.