“Cabe resaltar la progresión de la industria cerámica española en mercados estratégicos como EE.UU. (+18% en 2020), así como en Alemania (+20%) o Francia (+5%), regiones europeas, estas últimas, de alto valor y donde históricamente se arrastra una menor presencia comercial en comparación con Italia”, ha asegurado Juan Corberá, socio director de Deloitte en la Comunidad Valenciana y Región de Murcia, durante la presentación del estudio "Situación y perspectivas del sector cerámico".
Optimismo prudente
A pesar del sobresaliente comportamiento del sector en 2020, ha añadido Corberá, existen factores que invitan a no bajar la guardia “y continuar manteniendo una perspectiva estratégica -racional- a la hora de construir planes de negocio y de inversión”.
Por un lado, hay que recordar que la política de antidumping de EE.UU. con China, y el desbloqueo comercial al azulejo español en Arabia Saudí han supuesto un estímulo extra para el crecimiento del azulejo en 2020 que previsiblemente ya se normalizará en los años siguientes.
Por otro lado, aunque el sector de la construcción continúa saneado y mantiene las perspectivas positivas a largo plazo, la sensible ralentización del pipeline de obra nueva sufrida en los meses iniciales de la pandemia en España y Europa podría reflejarse en una cierta ralentización del crecimiento del sector azulejero en 18-24 meses si los plazos de las obras no se reajustan para cumplir con las previsiones de finalización pre-COVID.
El sector muestra un importante crecimiento en mercados estratégicos como EE.UU. (+18% en 2020), y en regiones europeas como Alemania (+20%) o Francia (+5%), donde históricamente arrastra menor presencia comercial que Italia
En cuanto a los factores de oportunidad para seguir creciendo, Alfredo Vasallo, senior manager de Financial Advisory y líder del equipo que ha preparado el estudio, ha señalado que EE.UU. continúa siendo clave al mostrar un elevado crecimiento en el sector de la construcción y en el mercado de las reformas, “donde el consumidor está cada vez más orientado al valor y donde las soluciones cerámicas (junto con otros productos sustitutivos, como el vinilo) crecen orgánicamente y, adicionalmente, van ganando cuota de mercado frente a productos tradicionales como la moqueta”.
Asimismo, Vasallo ha manifestado que “el gap de precios con Italia, próximo a 5 euros si se elimina el efecto del mix geográfico y de producto, debe suponer un incentivo para la industria azulejera de cara a fortalecer la marca-país, apostar por estrategias comerciales de diferenciación, racionalizar la innovación y orientar los planes de negocio hacia una visión de generación de caja y creación de valor”.
Reto a corto plazo: los costes Junto a estos factores de oportunidad de crecimiento, existen también otros elementos que, previsiblemente, supondrán a corto plazo un reto para la defender la competitividad de la industria azulejera española.
El elevado coste de los derechos de CO2, actualmente en máximos, supone un reto para mantener la rentabilidad del sector y lograr competir en igualdad de condiciones con otros polos productores no europeos que no cuentan con estas importantes restricciones operativas. Asimismo, el coste del transporte marítimo, que se ha incrementado más de un 150% en la pandemia, supone otro importante freno para un producto que, de partida, cuenta con restricciones naturales su exportación a grandes distancias.
Salvo que se adopten reformas regulatorias para atenuar o compensar la tendencia alcista de los derechos de CO2 o que la normalización de la economía revierta la presión de costes en la cadena logística, estas circunstancias obligarán a la industria a buscar nuevas vías para crear valor, ser más eficientes y amortiguar dichos efectos en su cuenta de resultados.
Reactivación de las operaciones corporativas
El COVID ha dejado en stand-by la actividad de M&A durante 2020, circunstancia lógica teniendo en cuenta que los accionistas-directivos han priorizado su negocio y que las expectativas de valoración que se han mantenido estables ante la sensación de atravesar una crisis coyuntural. No obstante, este escenario es previsible que cambie y la dinámica de operaciones corporativas se reactive.
En este sentido, Alfredo Vasallo, senior manager de Financial Advisory y líder del equipo que ha preparado el estudio, ha recordado que “el 75% del EBITDA de la industria azulejera continúa en manos familiares y que los inversores financieros presentes en el sector ya vislumbran la necesidad de desinvertir y materializar su inversión”. Estos dos elementos, sin duda, reactivarán la dinámica de M&A a corto plazo, “aunque previsiblemente con otro ángulo al conocido hasta ahora, no siendo descartable grandes operaciones entre grupos, operaciones cross-border o, incluso, alguna salida a bolsa”, ha asegurado.