ECG celebrará su conferencia anual en Bruselas los días 14 y 15 de octubre, un evento que reunirá a más de 300 profesionales de alto nivel por primera vez en 2 años. Durante la jornada, los expertos debatirán en torno a la descarbonización de la cadena de suministro, entre otros asuntos.
La industria automotriz debe tomar todas las medidas posibles para apoyar a sus proveedores logísticos. La industria tradicionalmente trabaja con contratos donde no se garantizan volúmenes y los riesgos asociados son asumidos íntegramente por los transportistas, sin embargo, es imposible entregar servicios contratados que se basan en volúmenes que ya no existen. Las bases de costos están aumentando y los niveles de servicio se vuelven imposibles de lograr en este entorno, un desafío que se hace más difícil por el hecho de que casi todos los vehículos se venden, lo que crea más picos en la demanda.
“Nunca había visto un deterioro tan rápido de la confianza en esta industria. Incluso Lehman Brothers y la consiguiente crisis financiera no tuvieron nada parecido al impacto comercial en el sector que están causando los problemas actuales de suministro. Las empresas se han vuelto deficitarias casi de la noche a la mañana, el flujo de caja se está volviendo crítico para muchos y, como mínimo, necesitamos que los clientes paguen sus facturas con prontitud", explica Wolfgang Göbel, presidente de ECG.
Los miembros de ECG informan que la existencia de vehículos en complejos y terminales en toda Europa se encuentran en mínimos históricos. Una consecuencia es que algunos operadores ya están cerrando operaciones uno o dos días a la semana para satisfacer la demanda, una solución que idealmente podría extenderse a todo el sector de manera uniforme. En algunos casos, se están desconectando operaciones enteras. Del mismo modo, las líneas navieras están ampliando las rotaciones y los plazos de entrega a medida que se reduce la capacidad, pero esto también debería coordinarse con todos los fabricantes.
Todo esto está sucediendo en un momento en que los costes aumentan rápidamente y las inversiones necesarias para respaldar una industria cambiante también están aumentando y, sin embargo, irónicamente, la escasez está ayudando simultáneamente a generar márgenes de ganancias récord para los fabricantes.
“El futuro se verá seriamente afectado. Las personas que pierden conductores o se deshacen de activos hoy en día no los reemplazarán fácilmente. Solo tiene que mirar el mercado de contenedores y el aumento masivo de las tarifas causado por la escasez de capacidad para imaginar lo que sucederá cuando los volúmenes regresen", destaca Wolfgang Göbel.
"La demanda subyacente es claramente muy fuerte y la industria necesita ayuda para sobrevivir a fin de estar preparada para hacer frente al repunte. Esto solo sucederá si los OEM trabajan con sus proveedores ahora para minimizar el impacto y asegurarse de que vivan para ver la recuperación", concluye.