De este modo, Trans-Base Soler (TBS), primer depósito de contenedores vacíos en el puerto de Valencia y que el próximo año cumplirá 50 años, gestionará en solitario la concesión administrativa de 50.000 metros cuadrados que tiene adjudicada en el interior del puerto de Valencia al igual que ya lo venía haciendo en su depósito de contenedores en la zona de Madrid y la agencia de transportes.
Además, Trans-Base Soler recientemente ha ampliado en cerca de 20.000 metros cuadrados adicionales su capacidad en el interior de la dársena valenciana en una zona que dista escasos 500 metros de su concesión principal, pasando a explotar un total de 70.000 metros cuadrados en este puerto.
Con este movimiento, el 100% de las acciones de TBS y SDS quedan en manos de la familia Soler, fundadora de TBS y que ahora está representada por su segunda generación de la mano de Alfredo Soler, actual consejero delegado.
Alfredo Soler reconoce que “han sido un par de años muy duros que obviamente han provocado roces internos, pero afortunadamente, con esta adquisición, se han saldado de modo satisfactorio para ambas partes. A pesar de las últimas discrepancias, no podemos olvidar los 20 años de excelente colaboración y de buena relación con los anteriores socios de SDS".
Asimismo, añade que "en Trans-Base Soler nos hemos distinguido por demostrar a lo largo de los años quienes somos con el trabajo diario y afortunadamente hemos contado en todo momento con el apoyo incondicional tanto de los trabajadores, clientes, proveedores e instituciones, lo que nos enorgullece enormemente y viene a recompensar el espíritu colaborativo que siempre hemos ofrecido a la comunidad logístico-portuaria. Mi mayor satisfacción es que mi padre, socio fundador de Trans-Base Soler vea como seguimos en expansión a pesar de las dificultades".