El Covid-19 ha traído una nueva realidad que los expertos de Improven recomiendan gestionar “con velocidad de reacción, teniendo una visión diaria de caja y centrando la gestión en el core business”. A partir de ahí, “es importante tratar a la empresa como puzzle, sabiendo que muy probablemente tendremos que tomar decisiones duras, pero no es tiempo de aventuras y no debemos poner dinero ‘bueno’ sobre dinero ‘malo’”, señaló Guillermo Prats, socio de Improven.
La realidad es que “podemos tener rentabilidades negativas en estas semanas si no hemos tomado las decisiones oportunas. Es importante saber en qué punto estamos y actuar”, añadió Sergio Gordillo, socio director de Improven.
Es primordial también valorar, según Fernando Llano, socio de Improven, el impacto en tres vertientes que son la interna en la que se miden factores como la flexibilidad de la cuenta de pérdidas y ganancias, la fortaleza de la gestión de tesorería, la velocidad en la toma de decisiones y la capacidad de adaptación; y la vertiente externa, en la que es esencial estar pendiente de los cambios sociales, las tendencias de consumo, el ritmo de decrecimiento económico y la tendencia del sector al que pertenece nuestra empresa.
Por último, pero no menos importante, porque conecta las dos anteriores, destaca la vertiente llamada realidad, en la que debe observarse la entrada de pedidos (de forma diaria), el feedback de clientes y vigilar las acciones de la competencia.
Gestión en cuatro fases
Con el objetivo de ganar tiempo para cambiar el modelo de negocio ante esta situación, Fernando Llano plantea una gestión de esta situación en cuatro fases: gestión de caja para sobrevivir (fase 1), desarrollada en las primeras semanas; redefinición estratégica para enfocar (fase 2), que ha tenido lugar en los primeros 100 días; reestructuración operativa para ser eficiente (fase 3), a desarrollar en los primeros 5 meses y reinvención del modelo de negocio para ser diferente (fase 4), hasta final de año.
Sin duda, con esta situación de “hibernación de la economía, llegan nuevos tiempos”, subrayó Sergio Gordillo, “la nueva etapa impacta en prácticamente todas las empresas con una reducción de la demanda, el viraje a necesidades básicas, gastos fijos recurrentes que pueden llevar a pérdidas con menos cobros e iguales gastos y la necesidad de contar con financiación para cubrir pérdidas”.
Respecto a los sectores beneficiados de esta situación, los expertos de Improven apuntan a alimentación, salud y logística, fundamentalmente, y en los sectores perjudicados, es decir, el resto, hay una previsión media de caída de ingresos entre el 20 y el 50%.