En 1924 se fundó Coma y Ribas con el objetivo de descargar los barcos con carbón que llegaban al Puerto de Barcelona para la compañía de gas y de la de los ferrocarriles, a si como para realizar los despachos de aduana y la consignación de los buques para estos clientes.
En los años 50 la compañía se reestructura y pasa a ser propiedad de la familia Cabané y en 1974 la empresa dio un paso más, incorporando nuevos servicios de transitarios y agentes de transporte internacional.
Con esta diversificación hacia el transporte, en 1991 el grupo francés Charles André se hizo con el 100% de la compañía y consolidó su apuesta por el transporte terrestre.
En diciembre de 2012 Coma y Ribas trasladó sus oficinas a Santa Perpétua de Mogoda, desde donde ofrecen los diferentes servicios logísticos.
Para celebrar los 100 años, Coma y Ribas celebró un acto ayer en el Hospitality de Port de Barcelona de la Copa América junto a clientes, proveedores y trabajadores de la casa.
Retos
Tras inaugurar su nuevo almacén de 7.000 metros cuadrados el año pasado, el director general de Coma y Ribas, Ramon Margalef, señala que nuestro reto ahora es “asentarnos y digerir todos los cambios y ampliaciones de los últimos años”. Otro de los retos de la compañía, señala su máximo responsable, es encontrar personal cualificado para trabajar, especialmente conductores.