La actual coyuntura económica no está afectando por igual a todos los sectores industriales de este país. Nuria Lacaci, secretaria general de ACE, pide a las empresas navieras una mayor fiabilidad en los servicios marítimos, y cree que los acuerdos entre transportistas y Gobierno propiciará una mayor atomización del sector.
Raúl Tárrega
¿Cuál es la situación actual de las empresas cargadoras?
Depende del sector. La guerra de Ucrania, la crisis energética o la crisis de materias primas impactan de manera distinta en función de la actividad de la empresa. El precio de la energía repercute más en aquellas industrias que tienen procesos de producción que son consumidores intensivos de energía, como la siderometalurgia o la fabricación de algunos materiales de construcción, mientras que la falta de determinadas materias primas y componentes ha afectado en mayor medida al sector de la tecnología y la automoción. Al ser el coste del transporte de mercancías altamente dependiente del precio del combustible, el alza que éste ha sufrido en los últimos meses ha impactado en los costes de las empresas cargadoras.
¿Qué sectores mantienen una actividad creciente? ¿Cuáles son las previsiones?
Depende del período. A comienzos de año, prácticamente todas estaban produciendo y vendiendo grandes volúmenes para responder a la salida de la demanda embalsada durante la pandemia. Pero, hoy, vemos cómo esa actividad cae progresivamente y, aunque todavía no hemos entrado en recesión, no se descarta que esto suceda. Esta caída tiene mayor repercusión en unos sectores que en otros. La mayor actividad sigue en sectores esenciales, como la alimentación, y la menor actividad a aquellas empresas que producen bienes que no son estrictamente necesarios.
Creemos que el balance de 2022 va a ser positivo porque el crecimiento del primer semestre va a compensar la ralentización vivida en el segundo.
El transporte marítimo ha estado caracterizado por vaivenes y disrupciones. En el contexto actual, ¿cómo definiría el servicio prestado por las navieras?
Como deficiente. La falta de fiabilidad del transporte marítimo, resultado de las continuas cancelaciones de escala y del incremento de los tiempos de tránsito, tiene un impacto muy relevante. Una buena fiabilidad del servicio de transporte da como resultado un ahorro sustancial de costes, ya que rebaja la incertidumbre de suministro, redundando en la reducción de stocks y la necesidad de su reposición. De igual manera, un servicio de transporte que se ajuste a los tiempos de tránsito previstos contribuye a la reducción del movimiento de inventarios en la cadena de transporte.
“La falta de fiabilidad del transporte marítimo, resultado de las continuas cancelaciones de escala y del incremento de los tiempos de tránsito, tiene un impacto muy relevante en nuestra actividad”
¿Cree que los fletes volverán a niveles prepandemia?
Ahora mismo los fletes se encuentran casi un 70% por debajo del pico alcanzado en los últimos meses, pero todavía están entre un 115% y un 195% por encima del precio medio de 2019. No creo que lleguen a valores prepandemia porque volveríamos a una situación en la que el sector no sería sostenible económicamente y menos en un escenario en el que van a tener que amortizar las grandes inversiones realizadas en la adquisición de nuevos buques.
¿Qué deberían cambiar las navieras para mejorar aún más su servicio?
Es prioritario que mejoren la puntualidad y la fiabilidad del servicio, pero tampoco deben olvidar la necesidad que tenemos los cargadores de mejorar la visibilidad sobre nuestra mercancía y de avanzar en la sostenibilidad ambiental.
La falta de eficiencia y la incertidumbre nos impiden llevar a cabo una gestión del transporte marítimo eficiente y competitiva y eso redunda en costes más elevados para los cargadores. Para combatir este aumento, determinados sectores, como el farmacéutico, han desviado tráficos marítimos hacia la carga aérea y otros, como el textil, han acercado los centros de producción.
¿Cómo es la relación de las empresas cargadoras con las comunidades portuarias en España?
Estamos trabajando para que sea cada vez más fluida. Se está produciendo un acercamiento entre cargadores y comunidad portuaria, que ya ha abierto muchas vías de colaboración, con el objetivo común de lograr un transporte de mercancías por vía marítima eficiente, competitivo y sostenible.
¿Cuáles son las principales reivindicaciones de las empresas cargadoras hacia sus socios logísticos?
Deben mejorar la comunicación y la colaboración, y que sean más sensibles a las necesidades del resto de colectivos que participan en la cadena de suministro.
“La creación de un Cargo Community System (CCS) que pondrá en marcha AENA, es un primer paso, pero tanto el CSS como otras plataformas deben incorporar la figura del cargador”
El transporte por carretera también ocupa un espacio importante en el día a día de las empresas cargadoras. ¿Qué valoración hace de los últimos acuerdos entre el MITMA y el CNTC?
Desde mi punto de vista la última regulación aprobada ha contribuido a dar un paso atrás en el objetivo de fortalecer y concentrar un sector que es fundamental para la economía del país. De esta legislación saldrán empresas de transporte más pequeñas, más dependientes de su cliente y, en definitiva, empresas que en un mercado “no intervenido reglamentariamente” no serían rentables. El tiempo ha demostrado que la regulación soluciona los problemas de manera transitoria, pero, a la larga, éstos retornan porque son inherentes al funcionamiento de un sector excesivamente atomizado.
¿Beneficia a los cargadores un sector tan atomizado?
No, necesitamos proveedores de transporte que tengan continuidad en el tiempo y recursos suficientes para afrontar los nuevos retos.
¿Cómo les afecta la prohibición de las labores de carga y descarga por parte de los conductores?
Mentiría si dijera que no nos ha afectado. Ha incrementado nuestros costes, pero no por tener que abonar el servicio, porque eso ya lo hacíamos cuando era el conductor el que realizaba esta actividad, sino porque el nuevo personal contratado o reubicado para realizar esta labor, precisa de un periodo de adaptación que, aunque de manera transitoria, está suponiendo una pérdida de eficiencia, que redunda en un aumento en los costes.
¿Cuál es su principal demanda a la Administración en materia de transporte por carretera?
La misma que en los últimos 20 años. Aunque han bastado seis meses para dar un giro total a la normativa que regula las relaciones entre cargadores y transportistas, todavía estamos esperando una regulación que amplíe las masas y dimensiones de los vehículos.
A comienzos de año comenzó a andar la Mesa de Coordinación de la Carga Aérea. ¿Qué balance hace de estos primeros meses de actividad?
Todavía no se han logrado avances significativos porque lo primero que se ha hecho es un diagnóstico de la situación. A partir de este diagnóstico los cargadores vamos a proponer una hoja de ruta a uno o dos años, para abordar y poner solución a cada uno de los problemas detectados.
¿Cuáles son las grandes reivindicaciones que hacen las empresas cargadoras en transporte aéreo de mercancías?
Los cargadores necesitamos que se dé un salto cualitativo en la digitalización de este modo. La creación de un Cargo Community System (CCS) que próximamente pondrá en marcha AENA, es un primer paso, pero tanto el CSS como otras plataformas de intercambio de información deben incorporar la figura del cargador. Queda también mucho por hacer para alcanzar la necesaria visibilidad en tiempo real de nuestra mercancía.
¿Cuál es la línea estratégica que va a seguir ACE de cara al cierre de 2022 y para los próximos años?
Continuar y profundizar en nuestra labor de representación y defensa de los intereses de los asociados y ser foro de formación y de intercambio de información con otros agentes del sector. Vamos a impulsar las relaciones con los transportistas, con la Administración y con otros colectivos y organizaciones que tengan nuestras mismas inquietudes. También queremos profundizar en la sostenibilidad a través de un cambio modal hacia el ferrocarril y en la digitalización, como palanca de modernización del sector del transporte. También continuaremos trabajando para conseguir las reformas legislativas comprometidas relacionadas con las masas y dimensiones.