A diferencia de otros años que se invitaba a una comunidad autónoma, este año son ocho las que tendrán presencia en el SIL. ¿Por qué este cambio?
La razón es muy sencilla e interesante. Cada año nos ocurría que la comunidad autónoma que participaba en el SIL quería repetir el año siguiente, así que este año hemos invitado a ocho. Para las comunidades, el SIL es un aparador que les permite explicar todo lo que hacen en sus territorios. Para nosotros, como organizadores del SIL, que las comunidades autónomas quieran repetir su participación en la feria es una muy buena señal, quiere decir que tanto las instituciones como las empresas ven que el SIL es útil.
Hace unos años que se habló de la posibilidad de impulsar el SIL Américas. ¿Cómo está el proyecto?
Es un deseo de futuro. Estuvimos a punto de lanzarlo antes de la pandemia, incluso llegamos a firmar un acuerdo con la ciudad de Barranquilla (Colombia) porqué allí justo terminaban de inaugurar un recinto ferial. La idea sigue vigente y hay interés por parte de diferentes países de América y estamos valorando organizarlo de cara al año que viene, pero todavía no es seguro. Lo que sí que tenemos claro es que la primera edición no será una feria como el SIL sino más bien un congreso, que es justamente como empezó el SIL. Es importante que la primera edición salga bien y por esto estamos estudiando en qué país realizarlo, que sea un buen punto de encuentro del conjunto de países del continente.