VILAGARCÍA DE AROUSA. Alrededor de 150 personas se dieron cita el pasado viernes en el Pazo El Castriño para sumarse a la celebración del 130 aniversario de P&J Carrasco, una empresa reconocida y respetada en el sector marítimo desde 1894 con base en Vilagarcía de Arousa, dirigida por Julio Carrasco Valdés, y sus hijos, Iago y Dámaso, que reunieron en una fiesta a trabajadores, clientes, proveedores y amigos para compartir esta efeméride, y a la que no faltaron el alcalde, Alberto Varela; el presidente de la Autoridad Portuaria, Xosé Manuel Cores, la directora, Begoña Mesejo y representantes de la Autoridad Portuaria de Algeciras, entre otros.
Julio Carrasco, quien confesó sentir “un orgullo enorme” por haber llegado hasta aquí, tuvo unas emotivas palabras de reconocimiento hacia sus padres, también para sus hermanas y para sus hijos, con los que comparte el día a día de la compañía, y reconoció sentirse “muy afortunado” por toda la ayuda recibida a lo largo de su trayectoria, “porque es imposible pensar que uno es protagonista; sólo es el eslabón de una cadena”, afirmó.
En la misma línea se pronunció también Iago Carrasco, encargado de dar la bienvenida a los asistentes en nombre de la familia para compartir “esta reunión de amigos”. Perteneciente a la cuarta generación de la empresa, Iago señaló “que el hito del 130 aniversario nos llega un poco pronto, porque aún somos jóvenes y todavía nos queda mucho por demostrar y por hacer para cumplir con nuestro compromiso generacional”, así que “lo que tenemos que hacer hoy es agradecer a nuestros antecesores y sus equipos colaboradores lo que han hecho durante 130 años para llegar hasta aquí”.
Además, en su intervención Iago quiso hacer una mención especial a las dos décadas de trabajo al lado de su padre, que consideró “un privilegio”, y a su madre ya fallecida, Loli Mora, que no estuvo implicada en la gestión de la empresa, pero sí fue clave en la unión de la familia.
De la nueva etapa junto al Grupo Nogar habló Víctor Nogueira, su presidente, quien se mostró encantado de haber dado lo que calificó como “un paso precioso para las dos familias que nos sentimos identificadas desde hace mucho tiempo en cuanto al estilo de hacer las cosas”, destacando “la enorme sintonía entre generaciones” y convencido de que “tenemos un gran proyecto”.
La fiesta, que comenzó con una visita a las instalaciones de la compañía en el puerto y la proyección de un vídeo conmemorativo con la historia de P&J Carrasco, incluyó la entrega de reconocimientos a antiguos empleados y diversas empresas. La gala finalizó con un catering servido por el chef Pepe Solla amenizado por música de jazz en vivo.