La instalación tiene 3.000 metros cuadrados de superficie; 22,2 metros de fondo, 15 niveles de carga en altura y se compone de estanterías operadas por sistema de carro shuttle para facilitar el movimiento de las más de 5.300 bobinas de papel que puede llegar a albergar el almacén.
El almacén se ha construido para Papel Aralar que, debido a su expansión y consolidación en el mercado internacional, el cliente necesitaba incrementar su capacidad de almacenaje y optimizar los procesos logísticos.
El almacén se compone de estanterías operadas por sistema de carro shuttle para facilitar el movimiento de las más de 5.300 bobinas de papel que puede llegar a albergar
Debido a la orografía en la que se encuentran las instalaciones de Papel Aralar, el nuevo almacén se ha llevado a cabo en un foso en el que hubo que introducir todo el material y la maquinaria para su montaje. Por la misma razón, el izado de las estanterías se realizó con una grúa autoportante que tuvo que ser instalada en una área limítrofe a la zona de montaje.
En los almacenes autoportantes, las estanterías, además de almacenar la mercancía y recibir sus cargas, soportan la estructura del cerramiento y cubiertas, evitando la mayor parte de la obra civil, lo que hace que el coste de ejecución sea inferior al de un almacén tradicional.
Los almacenes autoportantes soportan la estructura del cerramiento y cubiertas, evitando la mayor parte de la obra civil, lo que hace que el coste de ejecución sea inferior al de un almacén tradicional
Desde Polypal explican que los almacenes autoportantes son grandes proyectos de ingeniería que requieren un diseño preciso, ya que además del peso de las unidades de carga y los esfuerzos generados por los equipos automáticos de manutención, también han de tenerse en cuenta elementos externos que indicen sobre el almacén, como son la fuerza del viento, sobrecargas por nieve y lluvias, o cargas sísmicas.