BARCELONA. El éxito del proyecto, ejecutado en tan solo 8 meses, muestra la alta demanda por espacios de calidad en zona prime para la logística de proximidad, impulsada principalmente por el crecimiento de operadores logísticos y por la penetración del ecommerce, y confirma la apuesta por el reposicionamiento de activos obsoletos en la zona, con una disponibilidad de superficie logística por debajo del 1%.
Sant Boi de Llobregat ofrece una alternativa entre la primera corona de Barcelona y la zona prime, donde la escasez de naves de última milla desplaza la demanda a zonas adyacentes con oferta regenerada.
El edificio cuenta con 5.700 metros destinados a funciones de almacén, 275 metros cuadrados de oficinas en planta baja y cerca de 1.150 metros cuadrados de planta elevada en la que se ubican los aseos y un open space flexible para cubrir cualquier otra necesidad. Dispone de 8 muelles tipo TIR y 28 posiciones de furgonetas, y dos rampas laterales. Asimismo, su diseño y construcción han seguido los más altos estándares de calidad y dispone de la certificación BREEAM Excellent y WELL Gold.
Gloria Valverde directora nacional de Industrial Logístico en Savills, ha comentado que “el arrendamiento de esta nave confirma el elevado interés que siguen teniendo las zonas más próximas a Barcelona por su enfoque last mile, alcanzado un nuevo referente en los niveles de renta”.
Adriana Gorri, directora de Markets de JLL España, ha explicado que: “El alquiler de la plataforma logística a un operador líder en su segmento y en un corto espacio de tiempo, demuestra el interés de los inquilinos por ocupar activos con las mejores certificaciones de sostenibilidad y ubicados en las inmediaciones de Barcelona, uno de los mercados con mayor base de clientes y consumidores de la Península Ibérica”.