La demanda de nuevos perfiles profesionales es una constante en el sector logístico, debido sobre todo a los contantes cambios que sufre la industria. Los conocimientos son importantes, pero bien es cierto que para desarrollar una carrera laboral exitosa no basta con ser una enciclopedia andante de jerga especializada. Hacen falta lo que los expertos llaman “intangibles”, es decir, la capacidad de desarrollar competencias transversales como el trabajo en equipo o la capacidad de respuesta ante hechos imprevistos, carencias a las que se suma el escaso conocimiento de idiomas, sobre todo el inglés. En ese sentido, las fuentes consultadas reconocen que la mayoría de los alumnos que llegan interesados en acciones formativas relacionadas con la actividad logística presentan ciertas carencias en estos campos.
El VI Estudio de Tendencias de Empleo y Talento Logístico elaborado por Foro de Logística y Manpower Group señala que, para la mayoría de las empresas del sector de la logística y el transporte, aspectos como la actitud, la capacidad de comunicación y negociación y las competencias digitales son criterios prioritarios a la hora de contratar.
Mercedes Herrero, directora de Florida Universitaria, incide en que “trabajo en equipo, creatividad, iniciativa, capacidad de resolución de problemas, autorregulación, competencias digitales, aprendizaje permanente o comunicación son competencias demandadas por las empresas”.
A pesar de que, poco a poco, las entidades que forman en logística y transporte son conscientes de esta situación, lo cierto es que “el sector crece mucho más deprisa de lo que los programas de formación profesional consiguen actualizarse”, tal y como recuerda Mar Monzó, técnico de Formación de la Fundación Valenciaport, y reconoce que los centros formativos “debemos ofrecer formación de calidad, adaptada a las necesidades del mercado”, una formación en la que, en ocasiones, no se trabaja de manera suficiente estos campos transversales.
La falta de competencias transversales y el bajo nivel en idiomas, sobre todo inglés, son las principales carencias que las organizaciones formativas encuentran en los alumnos interesados por cursos de logística y transporte
Idiomas
Los expertos consultados ponen el acento en la falta de un conocimiento más amplio de idiomas, sobre todo el inglés. En concreto, Enric Colomer, jefe de estudios del Instituto Les Salines, reconoce que “nuestro sistema educativo adolece de una formación más adecuada en idiomas, especialmente en lengua inglesa”.
En ese sentido, Arturo Pastrana, director del IMBS (Institute Maritime Business School), enfatiza que, dada la internacionalidad del sector, “para poder desenvolverse en estos ámbitos resulta esencial el conocimiento del idioma inglés”. Aunque en los últimos años se ha ido resolviendo esta carencia, “es preciso conocer las particularidades técnicas del transporte”. Por ello, apuesta por el desarrollo de una serie de cursos “para facilitar el estudio y conocimiento del vocabulario específico que, con una componente técnica muy marcada, es preciso utilizar en el sector.
José Antonio Vázquez, director del Instituto Logístico de Barcelona, cree necesario “aumentar la práctica del idioma, tiempo de exposición y horas de dedicación”, para responder “a las necesidades del tejido productivo”.
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Mercedes Herrero
Directora de Florida Universitaria
Trabajo en equipo, creatividad, iniciativa, capacidad de resolución de problemas, autorregulación, habilidades digitales, aprendizaje permanente o comunicación son competencias demandadas por las empresas
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Arturo Pastrana
Director del IMBS (Institute Maritime Business School)
Dada la internacionalidad del sector, para poder desenvolverse en estos ámbitos resulta esencial el conocimiento del idioma inglés y conocer las particularidades técnicas del transporte
Aspirantes, unos “rara avis”
Aquel profesional que busca nuevos horizontes profesionales en el sector de la logística es un “rara avis”. Así lo piensa Jesús Martínez, director de Tecnocampus: “En nuestra experiencia, el estudiante de logística tiene un perfil distinto, con una vocación particular que, o bien trae un conocimiento básico, o busca ampliar y aportar su visión para generar propuestas y resolver problemas, buscando cambiar la forma en que hacemos muchas de las cosas con la excusa de que “siempre se ha hecho así”.
Martínez desecha que haya carencias, por lo menos en su caso, ya que realizan un trabajo conjunto con colegios y centros de formación de Ciclos Formativos de Grado Medio y Superior. “Muchos de nuestros estudiantes provienen de Ciclos Formativos de Grado Superior, con lo que pueden seguir trabajando mientras realizan nuestro grado universitario, lo cual nos aporta un grupo de estudiantes apasionados por la logística y sobre todo por el negocio marítimo, cuyo sector empresarial, genera más del 80 % de empleos para nuestros graduados”, asegura.
Estos perfiles requieren de una formación integral, que no puede basarse en sesiones teóricas y prácticas, o en planes pre-concebidos “aplicables como piezas de lego a cualquier estudio”, y asevera que “en pocas carreras la simbiosis entre la academia y el entorno profesional se hace tan necesario y evidente”.