VALENCIA. Desde la Asociación Nacional de Distribuidores de Cerámica y Materiales de Construcción (Andimac) incluso ponen cifra a ese incremento: 6%. No obstante, puntualiza Molinero, la posibilidad de “acontecimientos perturbadores” podrían dar al traste con estas previsiones.
Para las empresas del sector, 2024 ha sido un año irregular, sobre todo por el “repunte potencial a final del ejercicio”, marcado por el inicio de obra nueva como de reforma asociada a la compraventa de vivienda usada, “que ha manifestado un insospechado despegue”. Las previsiones hablan de que esta tendencia continúe en 2025.
Con todo, Andimac no deja de mirar hacia el contexto internacional. “Los elementos de incertidumbre tanto a nivel nacional como internacional son, como sabemos, enormes”, reconoce Sebastián Molinero. Por otra parte, está por ver en qué medida un mercado laboral ya muy tensionado puede dar salida, de forma adecuada, a la potencialidad de la industria.
Por ello, la inestabilidad internacional afecta al sector, y mucho. “Cualquier circunstancia que implique incremento de costos en los productos de construcción será negativo”, sentencia Molinero. Por ello, tanto las tensiones geopolíticas, el coste de la energía -en especial el gas-, y el resurgir de las políticas arancelarias pueden afectar a ese crecimiento previsto.
No obstante, la inestabilidad internacional no es el único reto al que tiene que hacer frente el sector. Para Sebastián Molinero, “las tensiones crecientes sobre los márgenes sea posiblemente el mayor problema, y de fondo el resurgir de tentaciones a saltarse el canal por parte de determinados operadores”.
Formación
Pero, sobre todo, desde Andimac hacen hincapié en la atracción de nuevos profesionales y la formación continua de los que ya ejercen su actividad: “Tenemos un grave problema de falta de relevo, los oficios están siendo absorbidos por personas inmigrantes a las que habría que dotar de facilidades para mejorar su capacidad de instalación y su formación”. Según Molinero, cuanto menos formados estén los profesionales del sector mayores serán los costes directos e indirectos. Las empresas de distribución de materiales cerámicos y de construcción también reclaman la complicidad de la Administración Pública. Según el director general de Andimac, “urge un cambio de paradigma”. Hoy por hoy, “las regulaciones son generadoras de costes e ineficiencias, y si la regulación no está bien planteada a los costes directos se suman otros indirectos”.
En este sentido, para Molinero, “el regulador también debiera tener como objetivo tanto facilitar la aplicación de las normas como reducir las vigentes y cargas anteriores antes de añadir nuevas”, sobre todo porque “no se puede exigir eficiencia en un contexto normativo descontrolado”.