En su opinión, la baja representatividad de la mujer en el sector está motivado por dos inercias adversas: el reparo de las mujeres y la dificultad de aceptación por parte del colectivo masculino del sector.
Aunque García no es partidaria de que se fuerce, “ni desde las empresas ni desde la Administración”, la presencia de mujeres en los puestos de responsabilidad, sí participa en la idea de “una educación que promueva la iniciativa de las mujeres y que les hagan perder el miedo a participar en cualquier sector, especialmente en aquellos más identificados con los hombres”.
En palabras de García, “No somos iguales porque cada persona, con independencia de su sexo, es única y diferente. Lo que debe prevalecer, en cualquier caso, es la capacidad. Sólo este atributo debe marcar la diferencia”. A lo largo de su trayectoria profesional, Sonia García ha encontrado, y se sigue encontrando, muchas dificultades. “A veces pienso que es por la diferencia generacional pero en otras ocasiones me doy cuenta de que siendo hombre hubiera tenido que afrontar menos peros“.
Por otra parte, añade García, “es verdad que en el trato con los clientes esta situación se atenúa. Muchas empresas están acostumbradas, sobre todo fuera de España, a trabajar con mujeres en estos puestos y no se nota tanto. Se percibe más en los sectores “anexos”, empresas de servicios del sector, incluso asociaciones, aunque espero que no la mía”.
Como persona y directiva, ya sea por su condición de mujer o sencillamente por su carácter, García asegura que durante todo el día, “y no sólo durante una jornada laboral convencional”, debe afrontar un gran número de retos y tareas. “Soy responsable de mi familia y de las personas que trabajan en mi empresa. Tengo la obligación de que las cosas salgan bien en todos los ámbitos y vertientes. Asumo la responsabilidad de cumplir los objetivos y cuando lo consigo siento una enorme satisfacción. Y esta sensación no la percibo como mujer sino como una persona y una profesional responsable y competente”.
Cuestionada sobre la formación que reciben los jóvenes actualmente, la presidenta de Asetravi cree que, “lamentablemente, a las jóvenes no se les está educando adecuadamente para lograr que vean los sectores tradicionalmente masculinos como sectores sin género”.
En este sentido, la presidenta de Asetravi anima a los jóvenes, “y particularmente si son mujeres, a que trabajen en todos los sectores con entusiasmo, valorando más lo positivo que lo negativo para vencer todos los frenos que se interpongan entre ellas y sus sueños. Es la única manera de llegar a la meta. De hecho, yo estoy en ello y no tengo ninguna intención de rendirme”.