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logística · Trinidad Jiménez, presidenta de la Cámara de Comercio de Brasil España

Trinidad Jiménez: “En el corto plazo, los aranceles aumentarán el déficit comercial de Brasil con Estados Unidos”

  • Última actualización
    14 abril 2025 12:12

Trinidad Jiménez García-Herrera, presidenta de la Cámara de Comercio Brasil-España, confirma a Diario del Puerto que España es el segundo socio comercial de Mercosur, solo detrás de China, y que “la relación con España es muy sólida, como también lo es con el conjunto de la Unión Europea”.

MADRID. La presidenta de la Cámara de Comercio Brasil-España explica, entre otras cosas, cómo se encuentra la relación actual entre España y Brasil en un contexto de incertidumbre y cambios políticos, con la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca o el Acuerdo de Mercosur.

¿Qué potencialidades se están dando en Brasil para el desarrollo del sector logístico?

En primer lugar, habría que poner de manifiesto que Brasil es un gran país, no sólo por tamaño y población, sino por su enclave geográfico y su enorme capacidad para cerrar acuerdos comerciales con distintos actores internacionales. Por lo que consideramos que el Gobierno brasileño estaría facilitando el desarrollo de un sector que es clave para el desarrollo y el crecimiento económico, como es el caso del sector logístico.

Entre las principales oportunidades destacan las inversiones en infraestructura portuaria y aeroportuaria, especialmente a través del Programa de Aceleración del Crecimiento, que incluye proyectos históricos de modernización y ampliación de puertos y aeropuertos, además de otras infraestructuras como carreteras, hidrovias y ferrovías. La previsión de inversión es de 56 millones de euros, con un fuerte enfoque en la participación privada. Se prevé que el 60% de las inversiones sea de empresas del sector privado, lo que fomenta la competitividad y la eficiencia.

Además, Brasil ha incrementado su capacidad en infraestructuras fluviales, mejorando la conectividad entre diferentes regiones del país. Esta expansión de infraestructuras se complementa con el interés de empresas extranjeras, como las españolas, en sectores clave como la energía renovable, lo que augura un futuro prometedor para la logística en Brasil.

¿Cómo puede la Cámara de Comercio Brasil-España ayudar a las empresas ante los cambios en la política comercial internacional?

La Cámara es una institución que, por un lado, reúne a las principales empresas españolas con presencia en Brasil y, por otro, es una entidad que ofrece espacios para la reflexión e información de todos los cambios y acontecimientos que están teniendo lugar en el espacio global. No resulta fácil, pues los cambios se suceden cada día y, como consecuencia, la incertidumbre es mayor en la actualidad. La buena noticia es que Brasil es un país muy estable, con seguridad jurídica y con una enorme fortaleza para enfrentarse a una situación internacional cambiante. La relación con España es muy sólida, como también lo es con el conjunto de la Unión Europea, por lo que la Cámara mantiene una relación muy estrecha con todas las instituciones públicas, que son las que nos pueden ofrecer los instrumentos necesarios para abordar las nuevas situaciones.

En este sentido, y como apoyo a las empresas, la Cámara de Comercio Brasil-España puede presentar las líneas de crédito ICO, que son instrumentos financieros ofrecidos por el Gobierno español para apoyar a empresas y autónomos en sus proyectos de inversión y necesidades de liquidez. Su objetivo principal es facilitar el acceso al crédito, especialmente para pequeñas y medianas empresas (pymes) que, a menudo, enfrentan dificultades para obtener financiación en el mercado tradicional.

Además de esto, en la Línea ICO Canal Internacional, también se realizan líneas de financiación a exportadores extranjeros que van a negociar con empresas españolas.

¿Cómo evaluaría el impacto de la llegada de Donald Trump a la presidencia de EE.UU. en el comercio exterior, tanto para Brasil como para España?

La llegada de Donald Trump a la presidencia de EE.UU. ha tenido un impacto significativo en el comercio exterior. Con Brasil, Trump ha implementado políticas proteccionistas, como con el resto del mundo, incluyendo aranceles elevados sobre productos importados. Esto ha afectado a las exportaciones brasileñas, especialmente en sectores como el acero y la agricultura. No podemos decir que estas decisiones hayan sido más intensas que con otros países más afectados, pero, sin duda, tendrán un efecto negativo a largo plazo. Efecto negativo no sólo en Brasil, sino también en Estados Unidos, que verán incrementados el precio de determinados productos y, como consecuencia, de la inflación. Con España, en particular, las políticas de Trump se han anunciado para toda la Unión Europea y todavía está por ver cómo nos va a afectar y qué sectores serían los más perjudicados.

¿Cuáles son las decisiones comerciales más significativas que puede tomar Trump?

La imposición de aranceles del 25% sobre el acero y del 10% sobre el aluminio importados, afecta a exportadores de América Latina, especialmente a Brasil, que es uno de los principales proveedores de estos metales a EE.UU. También se impusieron barreras adicionales a productos agrícolas, lo que impactó a Brasil que depende de estas exportaciones.

La renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA), que resultó en el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), introdujo nuevas reglas para sectores clave como la industria automotriz. Esto afectó a la logística y a las cadenas de suministro en América Latina, entre ellos Brasil. Y, las tensiones comerciales con la UE llevaron a la imposición de aranceles sobre productos europeos, afectando a exportaciones españolas en sectores como el automotriz y el agroalimentario.

¿En qué medida las políticas proteccionistas de Trump, como los aranceles impuestos a ciertos productos, afectan las exportaciones de Brasil y de España hacia Estados Unidos?

En la primera quincena de marzo, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, comenzó a implementar una política arancelaria más agresiva, anunciando un aumento del 25% en los aranceles a la importación de acero y su Plan de Aranceles Recíprocos, que se aplicaría universalmente.

Brasil es el segundo proveedor de acero de EE.UU., que compra cerca de la mitad de las exportaciones brasileñas del producto (4.232 millones de euros en 2024).

Otros productos importantes de exportación a Estados Unidos incluyen petróleo crudo (5.336 millones de euros), maquinaria y equipo industrial (3.220 millones de euros), café (1.748 millones de euros) y jugo de naranja (920 millones de euros), así como aviones y sus componentes (2.484 millones de euros). Si el Plan Arancelario Recíproco es efectivamente implementado por el gobierno de los EE.UU., sería posible estimar un aumento promedio de los aranceles sobre los productos brasileños de alrededor de 10 puntos porcentuales, considerando que Brasil tiene un arancel externo promedio de 12,4% y EE.UU., de 2,7%.

En el corto plazo, el aumento de los aranceles estadounidenses aumentaría el déficit comercial que Brasil tiene con el país. De hecho, a largo plazo, la política contribuiría al aumento de la pérdida de importancia relativa de EE.UU. en la balanza comercial brasileña.

En su opinión, ¿cómo influenció la salida de EE.UU. del TPP (Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica) en el primer mandato de Trump en la dinámica comercial global, y qué consecuencias tuvo para los países de América Latina y Europa?

La salida de Estados Unidos del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP), durante el primer mandato de Donald Trump, tuvo un impacto significativo en la dinámica comercial global y en las estrategias comerciales de los países de América Latina y Europa.

Primero, impactó la dinámica comercial global que obligó a una redefinición de alianzas y estrategias comerciales. Esto llevó a una mayor cooperación entre los países restantes del TPP, que continuaron con el acuerdo bajo el nombre de CPTPP (Comprehensive and Progressive Agreement for Trans-Pacific Partnership).

Por otro lado, la decisión de Trump generó incertidumbre en el comercio global, ya que EE.UU. era uno de los principales impulsores del TPP. Esto afectó la confianza en los acuerdos comerciales multilaterales y acarreó una mayor dependencia de acuerdos bilaterales.

Todo ello conllevó consecuencias para América Latina, como la reducción de oportunidades comerciales. En concreto, México, Perú y Chile, que eran miembros del TPP, vieron una reducción en las oportunidades comerciales con EE.UU. y tuvieron que buscar alternativas para mantener sus exportaciones. Y también forzó una mayor integración regional, como la Alianza del Pacífico, para compensar la pérdida de acceso preferencial al mercado estadounidense.

Europa no era parte del TPP, la salida de EE.UU. afectó indirectamente a las exportaciones europeas debido a la reconfiguración de las cadenas de suministro globales, lo que la forzó a enfocarse más en acuerdos bilaterales con otros países y regiones para asegurar sus intereses comerciales, dado el aumento de la incertidumbre en los acuerdos multilaterales.

¿Cómo cree que impactará la presidencia de Trump en las negociaciones del acuerdo Mercosur-UE?

La política proteccionista de Trump, que incluye la imposición de aranceles y barreras comerciales, generó una reacción en Europa y América Latina en favor del libre comercio que influyó en la dinámica política interna de los países del Mercosur y de la UE, generando un mayor interés en consolidar alianzas comerciales que ofrecieran estabilidad y seguridad frente a las políticas impredecibles de EE.UU.

Las negociaciones del acuerdo Mercosur-UE también se vieron influenciadas por las demandas de la UE en materia de protección climática y sostenibilidad, en contraste con la política medioambiental de la administración Trump. Esto llevó a la inclusión de cláusulas y anexos que reflejan concesiones mutuas en estos temas.

Acuerdo UE-Mercosur abre oportunidades para incrementar el comercio entre Brasil y España

¿Qué nuevos desafíos u oportunidades podrían surgir para las empresas brasileñas y españolas que buscan expandir su presencia internacional?

España es el segundo socio comercial de Mercosur solo detrás de China, y se espera un crecimiento del 37% en los intercambios comerciales entre Mercosur y UE después de la firma del Acuerdo.

Además, es una gran oportunidad para el sector agropecuario español porque el Acuerdo abre oportunidades para incrementar el comercio internacional de productos de 350 identificaciones geográficas (como por ejemplo el “Queso Manchego”) y hasta 59 denominaciones de origen de España, como las producciones de aceite de oliva, conservas de pescado, vinos y espumosos.

“Si hay una política en Brasil que se considere esencial y transversal, esa es la medioambiental”

En relación con la sostenibilidad y las políticas medioambientales, ¿cómo ve las oportunidades de ambos países para adaptarse a las tendencias internacionales y fortalecer sus exportaciones, especialmente hacia Europa y Estados Unidos?

Si hay una política en Brasil que se considere esencial y transversal en todos los ámbitos de Gobierno, esa es la política medioambiental y de sostenibilidad. De hecho, uno de los ejes fundamentales de la acción de Gobierno para el año 2025 es la celebración de la COP en Belem, donde se dará cita la comunidad internacional para decidir sobre los retos del cambio climático.

Brasil prioriza la acción multilateral contra el cambio climático, reafirmando los compromisos con el Acuerdo de París y las emisiones netas cero para mediados de siglo. El objetivo es que, los líderes asistentes a la Cumbre apoyen la expansión de las energías renovables, las mejoras en la eficiencia energética y la financiación climática para los países en desarrollo. Al tiempo que las iniciativas para combatir los residuos, la contaminación plástica y promover la bioeconomía, también se reconozcan como fundamentales para los objetivos de sostenibilidad.