BARCELONA. La tecnológica española Freightol, especializada en soluciones de digitalización para los transitarios, ha publicado un informe en el que constata el desarrollo tecnológico de este colectivo, que ha comenzado a superar la brecha que distanciaba, hasta el momento, a transitarios tradicionales y digitales.
La principal conclusión de la “Guía de la Digitalización del Transitario”, descargable de forma gratuita en la web de Freightol, es que los transitarios están avanzando hacia un nuevo perfil de operadores híbridos, integrando cada vez más soluciones digitales y compatibilizándolas con los servicios que tradicionalmente han prestado como consultores expertos para la cadena de transporte.
“Los transitarios son plenamente conscientes de las oportunidades que representa la digitalización y saben que es un proceso imprescindible para continuar operando en un mercado que se ha digitalizado”, explica Raúl Pérez, fundador y COO de Freightol.
El documento apunta a otro factor que empujará a los transitarios hacia la digitalización: el reglamento sobre información electrónica para el transporte de mercancías (eFTI, por sus siglas en inglés), que entrará en vigor en agosto de 2024 y establece un marco legal para que los operadores de transporte compartan información en formato electrónico con las autoridades competentes.
El informe de Freightol realiza, además, un análisis de las ventajas prácticas de la digitalización en la operativa cotidiana de las empresas transitarias y distingue los procesos que ya están optimizando. “Hemos tratado de demostrar, de la forma más precisa, las soluciones reales que representa la digitalización para las necesidades concretas de los transitarios”, sostiene Raúl Pérez.
Freightol repasa también en este estudio los principales falsos mitos sobre la digitalización de los transitarios y desmiente, uno a uno, los tópicos que todavía se repiten en torno a este concepto. De esta forma, la empresa tecnológica resuelve dudas sobre el precio o los plazos de implantación, mostrando que las soluciones digitales han dejado de ser una ventaja exclusiva de los grandes transitarios.