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UNO analiza la dimensión económica y social del sector logístico en España

  • Última actualización
    24 septiembre 2024 16:13

La patronal UNO ha presentado el ‘I Informe de la Competitividad Logística de España y sus Comunidades Autónomas’ (ICLE 2023), un instrumento de gestión para que se conozca la verdadera dimensión de nuestro sector, así como las palancas a desarrollar para mejorar su desempeño, lo cual se traducirá en inversiones productivas y más actividad económica.

MADRID. La primera parte del informe, que analiza la importancia del sector logístico español en sus 17 autonomías (más Ceuta y Melilla), revela que, en este momento, Madrid, Cataluña y Andalucía son las tres regiones más competitivas a nivel logístico.

A la cabeza del ranking se sitúa la Comunidad de Madrid, ya que cuenta con un importante tejido productivo que sirve como palanca de atracción para otras compañías, una buena tasa de actividad, unas infraestructuras muy competitivas, una posición geoestratégica magnífica y una política fiscal muy favorable para la inversión productiva. El precio del suelo constituye, por el contrario, el mayor hándicap de la región en materia logística, donde las tarifas pueden llegar a superar los 350 euros/m2.

Seguidamente se sitúa Cataluña, que dispone de un tejido productivo fuerte y de un importante puerto marítimo -el de Barcelona-, que la sitúa como eje principal del Corredor Mediterráneo. Por el contrario, cuenta con dos grandes desventajas a nivel logístico: la falta de suelo y su coste, con precios de hasta 700 euros/m2; así como ser la comunidad autónoma que mayor presión fiscal ejerce sobre las empresas.

El Top 3 lo completa Andalucía, que goza de una gran red de carreteras y de infraestructuras marítimas de relevancia como el puerto Bahía de Algeciras, uno de los más importantes de España y el más eficiente de Europa según el Banco Mundial. Además, cuenta con una gran densidad de población y un gran número de empresas, lo cual sirve como palanca de atracción hacia el sector logístico. Por el lado negativo, carece de capacidad para el transporte aéreo de mercancías, y ha mantenido históricamente una elevada presión fiscal sobre las empresas -aunque viene registrando un marcado descenso-.

Tras estas tres autonomías, le siguen en el ranking de competitividad, por este orden, Aragón, País Vasco, Castilla-La Mancha, Comunidad Valenciana, Castilla y León, Galicia, Murcia, Canarias, Navarra, Asturias, Baleares, La Rioja, Cantabria, Ceuta y Melilla, y Extremadura.

A juicio de Aranda, “el ICLE 2023 constata el enorme potencial logístico de España y sus comunidades autónomas, que surge como resultado de una combinación de factores geográficos estratégicos, magníficas infraestructuras aún por explotar, un conglomerado de puertos y aeropuertos de calado internacional, empresas a la vanguardia de la innovación y un capital humano muy cualificado”.

“En realidad, todas las regiones españolas, cada una de ellas con sus particularidades socioeconómicas, poseen la capacidad de exprimir sus fortalezas logísticas para atraer empresas e inversión hacia sus territorios, generar dinamización económica y mejorar la competitividad y el empleo local, lo que contribuirá a posicionar España como un referente en el ámbito de la distribución y la logística a nivel internacional”, ha añadido.

Análisis respecto a Europa

La segunda parte del informe profundiza en el análisis de la competitividad logística de España respecto a Alemania, Bélgica, Países Bajos, Reino Unido, Francia, Italia y Polonia, países europeos cuyas características geográficas, sociales y económicas los convierten en nuestros competidores logísticos directos. Entre las ventajas competitivas de las que dispone nuestro país destaca el crecimiento del impacto del sector en el PIB nacional.

De hecho, indicadores como el crecimiento del empleo en el sector, el aumento de las mercancías transportadas o el incremento de la disponibilidad de suelo destinado a superficies logísticas hacen pensar que la importancia del sector en relación al PIB va a mantener la curva de crecimiento de los últimos años. Concretamente, España ocupa el quinto lugar de los países europeos donde el sector logístico tiene un mayor peso en el PIB, con casi un 7%, y sólo por detrás de Bélgica, Países Bajos, Polonia y Alemania.

España también destaca por la disponibilidad y el precio del suelo potencialmente destinado a instalaciones logísticas, como resultado de la escasez de oferta en las zonas más cotizadas de los principales países europeos y su consecuente aumento de precio. Este aspecto es clave, pues una escasez de suelo limita la capacidad de crecimiento de un país, debido a que este sector es intensivo en metros cuadrados. Concretamente, España se sitúa como el tercer país con mayor disponibilidad de suelo en zona prime, sólo por detrás de Francia y Alemania, con 1.545.000 metros cuadrados disponibles.

Respecto al Índice del Desempeño Logístico (LPI), indicador que refleja la eficacia de las cadenas de suministro a nivel global, cabe destacar que España es el país que ha experimentado un mayor incremento desde 2010 (7,57 %), pasando del puesto 26 al 13 en el mundo. Este dato evidencia que, si bien nos encontramos por detrás de otros países, continuamos avanzando en nuestro afán por consolidarnos como un importante hub logístico de referencia internacional.

El informe también revela que, en comparación con el resto de países analizados, España se encuentra en situación de pleno empleo en el sector logístico, es decir, registra una mayor oferta que demanda. Esto, combinado con la elevada tasa de desempleo a nivel nacional, constituye una oportunidad inmejorable para redirigir a la población desempleada hacia un ámbito laboral orientado a la logística si se aplican planes de formación especializados.

Por otro lado, se observa que España es, junto a Italia y Reino Unido, uno de los países con más capacidad para mover grandes cantidades de mercancía al año por vía marítima (cerca de 477 millones de toneladas). El fenómeno del nearshoring, con el que cada vez se tiende a acortar más las cadenas de suministro, posiciona a nuestro país en una situación privilegiada para afianzar conexiones con países cercanos, debido a sus kilómetros de costa y a su posición geoestratégica.

La situación energética en España también constituye una clara ventaja respecto a nuestros vecinos europeos. Concretamente, el precio de la luz en España es un 61% menor que el promedio de los territorios analizados; y el precio medio de la gasolina un 4% inferior a la media. Esto, unido a su apuesta por la adquisición de energías renovables, nos sitúa en una posición privilegiada, ya que los gastos energéticos suponen un porcentaje muy importante de los costes totales de nuestras empresas.

Por último, los datos demuestran que los salarios en el sector logístico son altamente competitivos y están bien valorados en nuestro país. Aunque en términos absolutos España presenta salarios inferiores a los países analizados, al considerarlos en términos relativos se evidencia que ofrece remuneraciones más favorables en comparación con sus competidores y en relación a su situación económica, ocupando la segunda posición del ranking, sólo por detrás de Polonia.

Áreas de mejora

La situación ferroviaria es uno de los puntos débiles de España, debido a que sólo existen dos accesos de entrada/salida de mercancías hacia Europa por este medio (Irún y la Junquera); y a que el cambio de ancho de vía en frontera frena la conexión ferroviaria con el resto de Europa y limita las toneladas de mercancía transportadas internacionalmente.

Para resolverlo, nuestro país debe realizar una firme apuesta por la implantación de los criterios de interoperabilidad comunitarios, para seguir la tendencia europea de aumentar la operatividad de este medio de transporte; así como impulsar un paso central de los Pirineos, para no depender exclusivamente de los dos pasos fronterizos que existen en la actualidad.

A pesar de que el sistema impositivo no es un aspecto específico del sector logístico, la situación fiscal de un país es determinante para la inversión empresarial. En este sentido, España registra una debilidad competitiva respecto a la media europea, con un sistema impositivo poco estable y muy exigente con las empresas. Un replanteamiento de la política fiscal podría aumentar significativamente la inversión logística en nuestro país.

Por otro lado, cabe destacar que, pese a que los aeropuertos de Madrid y Zaragoza crecen anualmente en transporte aéreo de mercancías, España aún está muy lejos de los aeropuertos líderes europeos, lo que queda reflejado en el indicador de competitividad aduanera, donde nuestro país se sitúa a la cola del ranking. Para acercarse en cifras de mercancía transportada por vía aérea a sus competidores, España debería mejorar la infraestructura aeroportuaria, especialmente en aquellos aeropuertos con mayor tráfico de carga; simplificar y agilizar los procedimientos paraduaneros y los tiempos de inspección; y promover más el comercio internacional y la atracción de empresas, lo que aumentaría indirectamente la demanda de servicios de transporte aéreo de mercancías.

El ICLE 2023 destaca también otras fortalezas y oportunidades por las que debemos apostar de cara al futuro. Desde el aprovechamiento del suelo potencialmente destinado a instalaciones logísticas, propiciado por su escasez en las zonas más cotizadas de Europa; hasta la situación de pleno empleo en el sector y la elevada tasa de paro de España, que nos brinda la oportunidad de reconvertir a estos activos en profesionales logísticos; pasando por nuestra posición geoestratégica como puerta de entrada de LATAM en Europa, punto de consolidación de mercancías que los marketplaces asiáticos dirigen hacía EE.UU o Sudamérica, y punto de conexión con Marruecos, la principal puerta de entrada al continente africano; y por la posibilidad de convertirnos en la región de referencia en Europa en energías renovables, gracias a las facilidades que ofrece nuestro país a las empresas para invertir en esta materia.

Valorar la competitividad del sector

El presidente de UNO, Francisco Aranda, ha concretado que el propósito del estudio es valorar la competitividad del sector logístico español en dos niveles, regional e internacional, a través del análisis de indicadores como el impacto en el PIB, el empleo en el sector, el precio del suelo, el número total de empresas y nodos logísticos existentes, la presión fiscal o el transporte de mercancías en todos sus modos, entre otros: “Este informe persigue poner en valor las fortalezas de España para ser un hub mundial de logística, así como identificar las diferentes iniciativas que habría que abordar para seguir impulsando la competitividad del sector”, ha señalado Aranda.

El prólogo del ICLE2023 ha sido elaborado por el presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), Antonio Garamendi, y en él ha señalado la importancia de realizar este “ejercicio de análisis, contextualización y proyección del sector logístico en España, en tanto que se trata de un ámbito estratégico para toda la economía y trasversal a todos los sectores productivos” “De alguna forma, saber más sobre la situación de la logística en nuestro país es lo mismo que conocer con mayor profundidad la salud de nuestra industria y nuestras potencialidades como economía”, ha añadido.

El máximo representante de los empresarios ha felicitado a UNO por la elaboración del estudio y ha concluido: “Considero un honor poder escribir estas líneas y estamparlas en un informe pionero que, aunque habla del sector logístico, sin duda, de una forma directa o indirecta, también lo hace sobre todo el tejido empresarial, considerando a las grandes, medianas y pequeñas empresas, así como a los autónomos”.