La presidenta estuvo acompañada en su visita por el director del Puerto de Barcelona, José Alberto Carbonell, y otros representantes de la Autoridad Portuaria.
Residentes y autoridades recibieron una extensa explicación del funcionamiento de la infraestructura y del resto de faros y señales marítimas gestionadas por el puerto catalán, por parte de los responsables de este servicio. La explicación se completó con una exposición de elementos antiguos y equipamiento de los faros usados habitualmente por el Servicio de Ayudas a la Navegación y fotografías de los faros catalanes y de otros puertos. “Esta exposición ha sido diseñada por los miembros del equipo sin la ayuda de ningún experto museístico”, explicó el responsable de conservación y Ayudas a la Navegación, Eduardo González.
Durante la jornada, Conesa quiso agradecer a los vecinos, que se vieron obligados a mudarse a barrios cercanos cuando este área se incluyó en la zona portuaria, que permitieran así la expansión de la actividad del Puerto de Barcelona.
Los asistentes al acto tuvieron la oportunidad de recordar sus vivencias en la popularmente conocida como “la Farola”. Algunos recordaron anécdotas de juventud y niñez en el faro. Otros, aprovecharon el momento para agradecer a la presidenta la voluntad de “abrir el faro de nuevo a los vecinos”, incluso uno de ellos, le dedicó la lectura de un poema titulado “Mar”. Por su parte, algunas vecinas quisieron mostrar a Conesa fotografías antiguas de sus vivencias junto a la torre. Además, quisieron agradecer también “la apertura de la Marina para la celebración de la procesión de la Virgen del Carmen después de 65 años”.