En concreto, el pasado 8 de diciembre, el portacontenedores “Toconao”, con bandera de Liberia y 8.600 TEUs de capacidad, sufrió la pérdida de seis contenedores, que cayeron al mar a la altura del enclave portugués de Viana do Castelo, a unos 80 kilómetros de la costa.
De esos seis contenedores, solo uno de ellos transportaba los citados microplásticos, en concreto 25 toneladas, distribuidas en 1.000 sacos de 25 kilos cada uno.
El contenedor no sólo cayó al mar sino que se abrió y dejó escapar la carga, que bien en los sacos, bien de forma diseminada, está arribando a las playas del norte de España desde el pasado 13 de diciembre.
Primero fue en las playas gallegas, donde aparecieron diversos sacos así como gran cantidad de material diseminado, siendo necesaria la activación del Plan Territorial de Contingencia por Contaminación Marina Accidental de Galicia (Plan Camgal) en nivel 1. Posteriormente, Asturias y Cantabria han comenzado a recibir pellets en sus playas.
En concreto, ayer el Gobierno del Principado de Asturias elevó a la fase 2 la alerta del Plan Territorial por Contaminación Marina Accidental (Placampa) debido a la llegada de más microplásticos a la costa.
En las últimas 24 horas se ha incrementado de manera significativa la franja de litoral afectada, al alcanzar la zona oriental de la costa asturiana, y también ha aumentado el número de focos identificados.
Por lo que respecta a Cantabria, las primeras bolitas plásticas se hicieron presentes ayer en San Vicente de la Barquera o en las playas de Santander, con lo que el Gobierno cántabro inició sus planes para la limpieza pertinente.
La pérdida del citado contenedor por parte del buque “Toconao” y el posterior vertido de microplásticos ha generado una fuerte polémica entre el Gobierno central y el Gobierno de la Xunta en plena precampaña electoral autonómica y entre acusaciones de falta de información y falta de reacción.
Desde la Xunta se critica la tardanza del Gobierno en informar sobre el accidente, la reacción de Salvamento Marítimo y el que no se haya interceptado el cargamento antes de llegar a las costas.
Desde el Gobierno central, por su parte, son constantes las referencias al “Prestige” y el establecimiento de analogías con la contaminación medioambiental que generó en su día el petrolero.