Según informa Europa Press, las autoridades iraníes han elevado a 40 el número de personas fallecidas y a 1.100 los heridos, unos 800 todavía hospitalizados, por la enorme explosión ocurrida este pasado sábado en el puerto iraní de Bandar Abbas, en el sur del país, según el último balance oficial.
El presidente del Tribunal Supremo de la provncia de Hormozgán (de la que Bandar Abbas es capital), Mojtaba Ghahremani, ha desgranado el número de fallecidos, de los cuales una decena han sido ya identificados provisionalmente: ocho hombres, dos mujeres.
Por lo que respecta a los heridos, la portavoz del Gobierno iraní, Fatemé Mohayerani, ha confirmado en su cuenta de la red social X que 1.139 personas “han sido derivadas a centros médicos”, muchas de ellas a las provincias de Shiraz y Larestan por vía aérea.
Seis personas siguen desaparecidas.
Horas antes, el ministro del Interior iraní, Eskandar Momeni, situaba el balance de heridos en más de 750 personas y señalaba que al menos 200 habían sido dados de alta, mientras que otros 300 permanecían hospitalizados, según un balance anterior recogido por la agencia de noticias oficial iraní, IRNA.
En cuanto a la causa de la explosión, Mohayerani ha asegurado que el presidente, Masud Pezeshkian, ha ordenado “investigar rápidamente el incidente” y ha instado a “esperar hasta que se realice el trabajo pericial necesario para determinar los motivos del accidentes y evitar así declaraciones especulativas”.
El propio Pezeshkian ha mantenido una reunión con los responsables de los servicios de emergencia y otras autoridades de la provincia de Hormozgán en la que ha manifestado que es “inaceptable” mantener entre 120.000 y 140.000 contenedores en el puerto sin organización. “No se debe permitir ni el 10 por ciento de este volumen de contenedores sin organización. Las mercancías importadas no deben estar meses en el puerto”, ha emplazado.
Pezeshkian ha mencionado como “primera prioridad” el control del incendio, que está activo ya desde hace más de 24 horas, para así evitar daños mayores. También ha pedido investigar las causas del accidente y aplicar “soluciones preventivas” como siguiente paso. “Hay que realizar un estudio comparativo de la gestión de puertos en los países avanzados en un plazo de una o dos semanas y aplicar soluciones correctivas con ayuda de académicos, expertos y gestores con experiencia”, ha animado, al tiempo que ha recordado que accidentes similares han ocurrido también en los países desarrollados. Además ha demandado mejoras en la red de atención sanitaria de la provincia. “Terminar los proyectos de hospitales es prioritario y lo vamos a hacer. También hay planes en marcha para la formación de los recursos humanos necesarios”, ha destacado.
Por su parte, la Oficina de Aduanas del puerto publicó este mismo sábado un comunicado en el que apuntaba que la causa de la explosión probablemente habría sido un incendio originado en un almacén de productos químicos, que habría provocado una reacción en cadena de otros depósitos con material inflamable.
Las imágenes captadas por los medios oficiales iraníes muestran una columna de humo de cientos de metros de altura y la explosión se ha sentido en ciudades situadas a kilómetros de distancia.
El ministro Momeni, ojos y oídos del Gobierno iraní en el escenario de la tragedia, ha comparecido hoy ante los medios para llamar a la calma y asegurar que el 80 por ciento del incendio generado por la explosión “ya está bajo control” y espera dar las tareas de extinción por terminadas en las próximas horas.
El puerto ha reanudado los trámites aduaneros para el transporte directo y el tránsito extranjero, las exportaciones y las importaciones. La explosión ocurrió concretamente en el puerto Shahid Rajaee, una de las dos mitades del puerto de Bandar Abbas, y uno de los más grandes de la región.
Se trata de un centro vital para el comercio iraní, que gestiona más de la mitad de las exportaciones e importaciones del país que se envían por mar, según la Agencia Estatal de Noticias de la República Islámica.
También reviste importancia estratégica, ya que se encuentra en el estrecho de Ormuz, una vía fluvial clave para aproximadamente el 26 por ciento del comercio mundial de petróleo. Está conectado a las redes nacionales de ferrocarril y carreteras de Irán, conectando el comercio marítimo con los centros industriales del país y sirviendo como ruta de tránsito para las exportaciones a través de las fronteras iraníes.
La explosión se produjo el sábado a mediodía de Irán, cuando explotaron en los muelles de este puerto situado en el estrecho de Ormuz varios contenedores que contenían productos químicos.