El estrecho de Bab el-Mandeb, que significa “la puerta de las lamentaciones”, enlaza el mar Rojo, al norte, con el golfo de Adén, al sur, en el Océano Índico. El estrecho separa el Cuerno de África, en el continente africano, al oeste, de la Península Arábiga, en el continente asiático, al este. Administrativamente, la ribera africana pertenece a Eritrea y Yibuti y la asiática a Yemen.
El estrecho tiene unos 115 km de longitud, aunque en su parte más angosta, a veces considerada exclusivamente el propio estrecho, tiene menos de 30 km de ancho,
Es una vía importante por su ubicación estratégica, cerca de los ricos pozos petroleros de Oriente Próximo y del Canal de Suez, y es en la actualidad una de las rutas marítimas más transitadas. Todas las rutas marítimas de Europa al Océano Índico (excepto los petroleros que son demasiado grandes para pasar por el canal de Suez y tienen que rodear el cabo de Buena Esperanza) pasan por Bab al-Mandab. Junto con el Golfo de Adén, Bab al-Mandab es una de las zonas más amenazadas por la piratería en todo el mundo.