RÓTERDAM. El buque regresaba del “Steadfast Defender 24” , uno de los mayores ejercicios militares organizados por la OTAN desde la Guerra Fría. Una vez completado con éxito el ejercicio, la tripulación requirió una visita a puerto. Los remolcadores “VB Tiger”, “VB Kracht”, “VB Hudson” y “VB Schelde” asistieron con seguridad al portaaviones hasta su lugar de atraque.
Cada tipo de transporte dentro del puerto requiere diferentes retos y exige trabajar en equipo, implicando a todas las partes de este proceso. Antes de la llegada del portaaviones, se celebraron diversas reuniones con las diferentes partes implicadas que revisaron todos los pormenores de la operativa. En esta ocasión, la forma y la estructura del casco del portaaviones requería operaciones especiales de remolque y amarre que implicaban el uso de remolcadores con mástiles plegables.
Durante la operación, dos jefes de remolque de Boluda lideraron la comunicación entre los cuatro remolcadores portuarios y los prácticos, llevando a cabo una maniobra compleja de forma segura.
La cubierta de vuelo del portaaviones mide 70 metros de ancho y 280 metros de largo -espacio suficiente para tres campos de fútbol- y en sus almacenes caben alimentos para un mínimo de 45 días. Cuenta con una tripulación de 700 personas, que aumentará a 1.600 cuando transporta aviones a bordo. El tamaño y el alcance del “HMS Prince of Wales” le permite embarcar hasta 36 F-35B y cuatro helicópteros Merlin.