De confirmarse su intención de hacerse con los terrenos y maquinaria del astillero, igualmente, considera que ‘sería una mala noticia’ para el sector de la navegación y la construcción naval.
Actividad naval, prioritaria
El proyecto de la multinacional belga “no es un proyecto industrial”, y tal y como se ha diseñado implicaría la desaparición de la construcción naval en un emplazamiento idóneo para ello que siempre ha destacado por sus características portuarias y técnicas. En este sentido, sobre el destino del uso de los terrenos, requeriría una necesaria adaptación del planeamiento municipal.
La Cámara de Bilbao subraya que “la actividad logística no precisa ni de línea de atraque, con acceso a través del Golfo de Bizkaia a diferentes destinos marítimos, ni de grada, ni de dique seco; por lo tanto, puede localizarse en cualquier otra zona de Euskadi con buenas comunicaciones terrestres y ferroviarias, condición para la cual la construcción naval no tiene tanta flexibilidad de ubicación”.
En opinión de la Corporación cameral la actividad naval debe continuar, pero de un modo diferente a como se ha venido realizando en los últimos años, lo que ha derivado en cierre de astilleros. “Con una buena estrategia y gestión industrial las instalaciones de La Naval podrían tener continuidad y conseguir una cartera de negocio competitiva en Europa y en otros mercados internacionales”.
Por ejemplo, especializándose en la construcción de buques de alto contenido tecnológico, plataformas flotantes, reparaciones navales o generar una industria offshore.