Según el sindicato, el accidente ocurrido en aguas del puerto de Castellón y la incidencia de la COVID-19 en barcos atracados en Valencia y Castellón, "ponen de manifiesto las precarias condiciones de trabajo de las personas embarcadas al servicio del comercio y el suministro de bienes".
El Convenio de la OIT sobre el Trabajo Marítimo de 2006 establece que el Estado que ratifique el Convenio se compromete a dar pleno efecto a sus disposiciones para garantizar el derecho a un empleo decente. Este Convenio es considerado como la primera ley universal que rige un sector globalizado como es el del transporte por mar de mercancías y pasajeros.
Sin embargo, según CCOO, la realidad "es muy diferente". El sindicato denuncia que "los marineros siguen siendo los grandes olvidados, son invisibles para las autoridades navieras y para el resto de agentes de la cadena comercial y logística".
CCOO pide el cumplimiento de la legislación internacional, de las recomendaciones de OIT de impulsar y mantener las Casas del Mar, de crear una Comisión de Bienestar del Marino y de un local para que el colectivo pueda tener una atención y una estancia digna en los puertos.