VALENCIA. El proyecto ha contado además con la colaboración de la empresa Lomar, que ofrece buques mercantes para proyectos de innovación tecnológica; la naviera alemana Hapag-Lloyd y la sociedad de clasificación ABS, tal y como recoge ANAVE en un comunicado.
El dispositivo de captura de carbono desarrollado por Seabound se instaló en el portacontenedores “Sounion Trader” de 3.200 TEUs de capacidad, fletado por Hapag-Lloyd.
El sistema hace circular los gases de exhaustación del buque por un filtro de cal viva que reacciona con el dióxido de carbono convirtiéndose en grava de caliza. Este material se descarga posteriormente en puerto pudiéndose utilizar directamente como material de construcción o reutilizar como filtro tras separar el CO2.
Las pruebas tuvieron lugar a lo largo de dos meses en aguas del Mar Mediterráneo, el Mar Arábigo y el Golfo Pérsico, capturando aproximadamente una tonelada diaria de dióxido de carbono a través de un prototipo del sistema.
Para Alisha Fredriksson, consejera delegada y cofundadora de Seabound, estas pruebas sientan las bases para futuras instalaciones a mayor escala. “Nuestro proyecto piloto demuestra que podemos capturar las emisiones de carbono directamente a bordo de los buques de forma sencilla y rentable”, declaró Fredriksson, quien defendió que no sería necesario esperar al desarrollo de nuevos combustibles alternativos u otras tecnologías de propulsión para reducir las emisiones del transporte marítimo. “Podemos empezar a capturar el carbono de la flota existente hoy mismo”, aseguró la cofundadora de Seabound.