Los consignatarios siguen avanzando en el reconocimiento y profesionalización de su actividad, con la cualificación profesional ya aprobada y con avances en la implantación total del Registro de Consignatarios público.
Madrid. Tras la aprobación en noviembre de 2022 por el Consejo Nacional de Educación y, recientemente, por el Consejo de Ministros, el Boletín Oficial del Estado (BOE) publicó el Real Decreto 546/2023, de 27 de junio, donde en su anexo V detalla la cualificación de los consignatarios.
De esta forma, ya existe un reconocimiento profesional y oficial de la actividad de consignación de buques y su mercancía, uno de los principales objetivos de la Asociación Española de Consignatarios de Buques (ASECOB).
Según la publicación del BOE, los consignatarios tienen, como competencia general, “efectuar servicios de consignación de buques, tanto de mercancías como de pasaje, de acuerdo con los objetivos y procedimientos establecidos por el operador del buque, cumpliendo la normativa relativa a protección medioambiental, a la normativa específica marítima y de puertos y a los estándares de calidad”.
En cuanto a las unidades de competencia, se encuentran las de gestionar administrativamente las operaciones de import/export o introducción/expedición de mercancías; el atraque o fondeo del buque y su operativa en puerto; la estancia del buque en puerto; la operativa para la salida del buque del puerto y comunicarse en lengua inglesa con un nivel de usuario independiente (B1).
En estos momentos, tal y como explica el director general de ASECOB, Julio Fernández, “solo estamos a la espera de la estructura formal de los módulos formativos (FP 3), convalidaciones, etc., aspectos en los que trabajaremos con la Subdirección general de Ordenación e Innovación de la FP, quienes nos han confirmado que la tratarán con prioridad, pese a los retrasos debidos a la adecuación de las formaciones existentes tras la publicación en el BOE el pasado 18/07/23 del Real Decreto 659/2023, de 18 de julio, por el que se desarrolla la ordenación del Sistema de Formación Profesional”.
En este contexto, empresas como Colmar apuntan que “no creemos en la cualificación específica sino en un mercado abierto con personal altamente cualificado y motivado. Creemos en la formación interna propia y en el know-how de adaptación al medio y al negocio que somos capaces de transmitir en interno en nuestra organización”, explica su General Manager, Gemma Recaj.
Registro
Junto a este avance, el sector sigue a la espera de la implantación total del Registro de Consignatarios de la Dirección General de la Marina Mercante (DGMM). “Seguimos trabajando con la DGMM, la Dirección General de Aduanas y Puertos del Estado en diferentes proyectos normativos y en el Registro de Consignatarios”, explica Fernández, quien asegura que este será uno de los puntos a tratar con el nuevo director general de la Marina Mercante, Gustavo Santana Hernández, en la próxima reunión institucional “que esperamos mantener con ellos en breve”.
A este respecto, el hito más destacado tuvo lugar en 2019 con la entrada en vigor del Real Decreto 131/2019, por el que se desarrolla la obligación de consignación de buques en España, un paso adelante fundamental para el necesario ejercicio de la consignación del buque en toda escala portuaria.
Largamente reclamado por quienes fundaron la patronal sectorial ASECOB, el real decreto respondía al objetivo de precisar las condiciones de establecimiento y ejercicio de la actividad de la consignación de buques en los puertos estatales y autonómicos, con unas aspiraciones iniciales que se fueron modulando durante la tramitación pero que no restaron valor al ejercicio de un servicio comercial esencial.
Más allá de las cuestiones de prestación de servicios y de emplazamiento, una de las potencialidades más destacadas del Real Decreto es la creación del Registro, público, administrativo y de carácter informativo.
Con el objetivo de servir como herramienta de control y confianza y de garantía de calidad y fiabilidad, el Registro se configuró en principio como una base de datos informatizada accesible a través del sitio web del Ministerio de Transportes, siendo la gestión de la Marina Mercante.
La inscripción, en todo caso, tiene carácter potestativo dentro de la finalidad de facilitar el conocimiento de los diferentes agentes consignatarios, así como controlar el cumplimiento de los requisitos que les vienen exigidos por las normas.
De esta manera, según el real decreto, toda incorporación de un nuevo operador debería ser comunicada por el Registro a las entidades gestoras del puerto correspondiente.
Por su parte, estos organismos gestores trasladarían al Registro la pérdida de la vigencia de las autorizaciones, incidencia que es causa de baja.
Su creación ha sido considerada por el sector un avance en la transparencia del mercado, si bien la lentitud de Marina Mercante a la hora de implementarlo y desarrollarlo en toda su potencialidad no termina de satisfacer a los representantes sectoriales.
“Aunque se ha avanzado, es necesario que se siga trabajando por las diferentes asociaciones en la protección, seguridad y reconocimiento de la labor del agente consignatario con las administraciones y autoridades competentes”, apunta la General Manager de Colmar España.
Por su parte, el director de Empresas Masiques, Miguel Sánchez Puente, señala que “en la línea de mantener una curva de conocimiento ascendente, nos parece fundamental conseguir una formación reglada de nuestra profesión y el reconocimiento social de la misma. Los registros profesionales deben ser una garantía más ante el intrusismo y potenciar la calidad de nuestros servicios”.
El Registro se configuró en principio como una base de datos informatizada accesible a través del sitio web del Ministerio de Transportes, siendo la gestión de la Marina Mercante
Valor diferencial
En un contexto en el que el mercado cuenta con navieras cada vez más grandes y con mayor presencia propia en todos los puertos, el papel del consignatario en la actualidad se ha visto mermado.
Sin embargo, las compañías consignatarias hacen un gran esfuerzo para poner en valor su actividad y su papel esencial en la consignación de buques, sobre todo de aquellos carriers de menor tamaño.
“Aunque en los últimos años el papel del consignatario ha ido perdiendo protagonismo frente a navieras de gran tamaño en el top 5 de los puertos españoles, el papel del consignatario no deja de ser muy importante para el resto de los puertos españoles y, desde luego, para navieras de mediano/pequeño tamaño, así como para atención de escalas de buques spot no regulares”, señala la general manager de Colmar España.
Por su parte, el director de Empresas Masiques indica que “es cierto que hay un proceso de concentración y crecimiento de los grandes operadores internacionales, no podemos luchar contra ese proceso, pero si debemos ser capaces de seguir siendo imprescindibles. Al fin y al cabo, las grandes compañías navieras lo que hacen es crear sus propias estructuras de consignación. ¿Por qué no podemos los consignatarios clásicos dar ese servicio? Incluso podemos dar un plus de valor añadido que esas estructuras tardarán mucho tiempo en conseguir. Nadie mejor que nosotros conoce cada uno de nuestros puertos”.
Así, el valor diferencial de los consignatarios se apoya en diversos factores como la experiencia, la fiabilidad, el conocimiento del puerto, las funcionalidad y los requerimientos específicos, las cuestiones legales y la estrecha relación con otros intervinientes en la cadena de transporte marítimo, como autoridades portuarias, terminales, deports y proveedores de servicios.
“Son muchos y ninguno menor, pero lo principal es que sabemos adaptar las herramientas de los carriers representados y sus servicios a las condiciones del entorno donde les representamos, y conseguir para cada cliente con una necesidad específica resolver su problema de la manera más personalizada y eficaz”, apunta Recaj. “El consignatario centra su labor en la escala del buque y/o su mercancía, por lo que seguiremos luchando por lograr la máxima competitividad en calidad y coste de los servicios para recuperar tráficos perdidos durante los últimos ejercicios e incrementar las cifras récord de años pasados, fomentando la formación y cualificación de nuestros profesionales, que ya cuentan con un amplio reconocimiento internacional por su profesionalidad, eficacia y dedicación”, destaca el director general de ASECOB.
A pesar de ser una actividad muy asentada, la consignación se ve muy afectada por el comportamiento del mercado
Retos
A pesar de ser una actividad muy asentada, la consignación de buques y mercancías se ve muy afectada por el comportamiento del mercado en cuanto a volúmenes, fletes y las diferentes crisis, tal y como apunta Recaj. Con todo ello, el objetivo de los consignatarios es adaptarse a los nuevos contextos y seguir ofreciendo servicio de calidad a sus clientes, con el foco puesto en el continuo aprendizaje y en la digitalización. “Importantes retos también son el control de coste, productividad y eficiencia operativa, y crecimiento sostenido con mejora de los KPIs principales frente a los de los propios carriers. Para poder diferenciarnos necesitamos enfocarnos en crecer donde podemos generar una diferenciación de valor ya sea por la propia coyuntura geográfica, por las personas capaces de liderarlo o por la capacidad de adaptar nuestros servicios a los clientes”, explica Recaj.
“Todos los consignatarios nos hemos ido adaptando a las exigencias constantes del sector, y ese sigue siendo nuestro reto: seguir avanzando en la integración de la información con nuestros clientes. La digitalización, incorporación de la lA y cualquier herramienta que nos permita dar satisfacción a las necesidades de nuestros clientes son nuestros retos diarios. Nuestra curva de aprendizaje debe mantenerse en crecimiento”, destaca el director de Empresas Masiques.
Ante este contexto, las empresas consignatarias ponen en valor su profesionalidad, la cercanía con los clientes y la atención personalizada las 24 horas del día los siete días de la semana. “Es lo que nos hace y hará seguir aportando valor añadido”, subraya la general manager de Colmar España.
EN DESTACADO
Julio Fernández
Director general de ASECOB
Por desgracia, en España tenemos poquísimas navieras como tal, las comerciales suelen ser sucursales en España o filiales de la matriz extranjera. Pero, a todos los efectos, esas navieras son consignatarios de la mercancía, el buque o ambas, y para tal no basta con ser ‘naviera’, si no que deben estar dadas de alta en los respectivos censos de consignación de las Autoridades Portuarias y Aduana
Gemma Recaj
General Manager de Colmar España
Nuestro papel lo tenemos claro, que es dar valor a los carriers en donde las grandes navieras no llegan, así como en los tramos de la cadena que menos valor les aporta, siendo muy eficaces y profesionales con el objetivo único de que el negocio de la línea marítima mejore las expectativas de lo que ellos mismos podrían hacer. Además, damos multiservicio a diferentes carriers con una marca realmente independiente
Miguel Sánchez Puente
Director de Empresas Masiques
Nuestra realidad profesional y social está instalada en una situación de cambio permanente. Parece que casi cualquier tarea se puede hacer en la distancia, incluso ser sustituida por un BOT, eso que se conoce como IA. Pero lo cierto es que el factor humano, la fiabilidad, la experiencia y la reputación profesional siguen siendo diferencias que aportan importante valor añadido, aunque no siempre parecen ser valoradas
