TARRAGONA. El encuentro con el presidente del Port de Tarragona, Josep Maria Cruset, y otros responsables de la Autoridad Portuaria se ha centrado en la presentación de los proyectos estratégicos del puerto y en analizar con la Comunidad Portuaria de Tarragona el estado actual y perspectivas de futuro del sistema portuario.
La visita ha comenzado con una reunión de trabajo con el Comité Ejecutivo de la Autoridad Portuaria de Tarragona que ha servido para explicar el estado de ejecución de las inversiones que el Port está desarrollando bajo el lema “Horizonte 2023” con el objetivo de crecer, aumentar tráficos e incrementar su competitividad. Cruset ha afirmado que “el despliegue de “Horizonte 2023 supondrá la implementación de varias inversiones propias y ajenas, en torno al año 2023 y principios de 2024, que supondrán unas sólidas bases para un crecimiento de la actividad portuaria y la economía y el empleo locales”.
Por un lado, la entrada en funcionamiento del Corredor del Mediterráneo convertirá el puerto en el punto más al sur de la península ibérica con conexión con Europa en ancho de vía internacional. Casi al mismo tiempo, la puesta en marcha del túnel de Lilla de la A-27 mejorará la conexión terrestre, en tiempo y en eficiencia, con el hinterland del Port. Por otro lado, Tarragona trabaja en las obras de tres grandes infraestructuras que generarán un crecimiento de los tráficos portuarios, especialmente de mercancía general, y contribuirá a la recuperación económica de la provincia de Tarragona.
En este sentido, Port Tarragona está desarrollando una Zona de Actividades Logísticas, con una inversión de más de 30 millones de euros en los próximos años, para urbanizar un espacio portuario de cerca de un millón de metros cuadrados preparado para acoger inversiones privadas para la implementación de actividades logísticas con alto valor añadido. En paralelo, el Port está realizando una inversión 15 millones de euros para la construcción de una nueva terminal intermodal en Guadalajara-Marchamalo, a sólo 60 kilómetros de Madrid, y directamente conectada con la terminal intermodal del puerto: La Boella. La concesión de esta terminal supondrá una inversión privada de más de 20 millones de euros (más cinco millones de inversión pública) para la ampliación, modernización y explotación de esta infraestructura, lo que contribuirá al crecimiento del tráfico de mercancía general y al transporte por ferrocarril.
Tras la exposición del presidente de Port Tarragona, el presidente de Puertos del Estado ha trasladado a los directivos de la Autoridad Portuaria que “2022 será un año clave para el sistema portuario español ya que tenemos por delante importantes retos para conseguir que los puertos sean infraestructuras más y mejor conectadas, seguras, inteligentes, sostenibles y competitivas”.