LAS PALMAS DE GRAN CANARIA. Con la asistencia de una amplia representación de las más de 100 entidades públicas y privadas que conforman la entidad, la celebración tuvo su momento cumbre durante el discurso pronunciado por su gerente, Elba Bueno Cabrera, rindiendo homenaje a las entidades fundadoras del Clúster en 2008: ARN, FEMEPA, FEMETE. FEDEPORT, ASINCA, ASTICAN y REPNAVAL.
“Corresponde hoy rendir tributo a quienes constituyeron esta entidad en 2008: reconociendo su perspectiva de futuro y liderazgo para impulsar la economía azul en nuestra tierra, entendiendo que las oportunidades deben construirse, propiciando la convergencia y concertación público-privada que hace posible alcanzar los objetivos”, dijo Bueno Cabrera.
Quince años después, el CMC conforma “la más amplia representación del sector consolidando su papel como iniciativa tractora del tejido empresarial canario en la Economía Azul, gestionando proyectos locales, autonómicos y europeos, fomentando la internacionalización, la atracción de inversión y el impulso de la FP Dual Azul, garantizando un flujo de mano de obra cualificada al sector y el relevo generacional”.
La gerente se refirió a los hitos logrados en estos tres lustros, desde la aprobación por unanimidad en el Parlamento de Canarias de una Proposición No de Ley que instaba al Gobierno a explorar las oportunidades de las Islas en la Economía Azul, hasta la aprobación de la Estrategia Canaria de Economía Azul por parte del Gobierno de Canarias en 2021.
Desgranó además toda la actividad desarrollada por el Clúster en este ejercicio 2023, con especial referencia a la creación del Observatorio Canario de Economía Azul y al anuncio de la creación del Observatorio Canario de la Energía Eólica Marina.
Desde el punto de vista institucional, los logros del Clúster se han visto especialmente reconocidos en este año a través de la concesión de la Medalla de Oro de Las Palmas de Gran Canaria.
La gerente del Clúster se refirió también a los retos de presente y futuro del Clúster, entre los que se encuentran el cambio en los combustibles de propulsión naval; la innovación tecnológica aplicada a la navegación autónoma, la automatización y robotización de actividades clásicas portuarias tecnológicos de alto nivel y personal, el cambio climático, la necesidad de garantizar la conservación medioambiental, así como los retos y oportunidades en acuicultura, biotecnología, desalación y energías renovables marinas.