Aunque los planes iniciales de la Autoridad Portuaria de Valencia eran adjudicar este proyecto de manera definitiva a lo largo de este mes de septiembre, finalmente habrá que esperar.
Este previsible aplazamiento es una situación habitual en este tipo de procesos de adjudicaciones de proyectos de esta envergadura. Además, hay que señalar que el estallido de la pandemia y la paralización de los procesos administrativos como consecuencia de la declaración del estado de alarma supuso un paréntesis en los pasos a dar en la adjudicación no sólo de la Terminal Norte, sino en otros proyectos del sistema portuario español.
TiL, brazo del Grupo MSC que se ocupa de la gestión de terminales portuarias en todo el mundo, presentó la única oferta para la construcción y explotación de la Terminal Norte del puerto de Valencia. Las previsiones del operador son invertir más de 1.000 millones de euros en equipar y acondicionar la terminal, que se sumarían a los alrededor de 400 millones de euros que desembolsará la Autoridad Portuaria de Valencia en la ejecución de las obras de relleno.
Por otro lado, los miembros del Consejo de Administración de la Autoridad Portuaria de Valencia también deberán analizar el traspaso de la concesión administrativa de la que es titular la empresa Terminales Portuarias SA (TEPSA) tras la compra de sus terminales por la empresa Rubis Terminal.