La maqueta se exhibe como ejemplo de ingeniería innovadora y sostenible al ser el primero del mundo que se han construido íntegramente con materiales compuestos. El faro está compuesto con fibra de carbono y la escalera interior con fibra de vidrio y su vida útil es más larga que el hormigón o acero. Este tipo de construcción ha conseguido no sobrepasar los 3.000 kilos de peso en vez de los 20.000 kg que hubiese alcanzado con materiales convencionales.