MADRID. Según Rojas, “tras más de treinta años el régimen laboral y administrativo del Registro Especial de Buques y Empresas Navieras precisa de una revisión”. Desde su creación, el REC “se ha visto afectado por la incorporación al ordenamiento jurídico de nuestro país de normativas que no han tenido debidamente en cuenta las singularidades del transporte marítimo y que emanan de diferentes ministerios, imposibilitando la operativa práctica de los buques abanderados en el Registro Especial de Canarias.”
La PNL pretende reducir la carga burocrática en el Registro Especial de Canarias y propone, entre otras cuestiones, concentrar las inspecciones del Convenio del Trabajo Marítimo en la Administración Marítima para agilizar los procesos y aumentar su efectividad.
Esta misma semana, el Ministro de Transportes y Movilidad Sostenible ha participado en la Comisión de Transportes y Movilidad Sostenible del Congreso de los Diputados, y ha reconocido la importancia estratégica del transporte marítimo responsable del “50% de las importaciones y el 80% de las exportaciones españolas”. También ha confirmado que el Ministerio “va a impulsar el desarrollo de una Estrategia Marítima Nacional que establezca un marco normativo e institucional que permita que las industrias marítimas españolas crezcan y España aproveche todo el potencial de generación de empleo, tecnología y conocimiento”.
ANAVE viene denunciando desde hace ya muchos años esta pérdida de competitividad del REC. En los últimos 20 años, el tonelaje de flota controlada por armadores españoles bajo pabellón nacional ha crecido a un ritmo del 0,5% anual, mientras que el controlado en el exterior lo hizo un 6,8% cada año. A 1 de enero de 2024, el 90% de la flota controlada en terceros pabellones está inscrita en otros registros del Espacio Marítimo Europeo, con pleno acceso a los tráficos de cabotaje nacionales.
En 2024, por primera vez en la historia, el número de buques mercantes de transporte abanderados en el exterior supera al que navega bajo pabellón nacional, tras perder el pabellón español nada menos que 19 unidades. La falta de tripulaciones, las dificultades para el enrole de marinos extracomunitarios en buques del REC o las ventajas ligadas a la inscripción de nuevas construcciones en otros registros de la Unión Europea han sido algunos de los motivos que han tenido como consecuencia este descenso histórico.